Emociones de computador. La experiencia sentimental de los usuarios chilenos de las páginas de citas

Computer’s feelings. The emotional experience of the users Chileans of dating websites

Felipe Tello Navarro (Universidad Autónoma de Chile)

Artículo recibido: 02-04-2017 | Artículo aceptado: 13-10-2017

RESUMEN: Definida como racionalizada, la búsqueda de pareja en Internet es caracterizada como un proceso ausente de emociones. Este trabajo analiza la opinión de los internautas chilenos sobre los sitios de encuentro online y la experiencia de los usuarios nacionales de estos espacios virtuales. El foco está puesto en la presencia de los sentimientos en las interacciones digitales que ellos emprenden, así como en la interpretación que hacen de esta experiencia.
ABSTRACT: Defined as a rationalized activity, online dating is characterized as a process which lacks emotion. This paper analyses Chilean internet users’ opinions about online dating websites as well as the national users’ experiences in these virtual spaces. The focus is placed on both the presence of feelings in the digital interactions they undertake, and the interpretations make from this experience.

PALABRAS CLAVE: Emociones, páginas de citas, interacciones digitales, experiencia emocional
KEY WORDS: Emotions, dating websites, digital interactions, emotional experience


1. Introducción

La búsqueda de pareja por Internet en las páginas web especializadas -denominadas aquí páginas de citas o páginas de encuentro indistintamente- es un fenómeno extendido en los países del capitalismo avanzado, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania y España. Las investigaciones en torno al fenómeno son también extensas en estos países, principalmente en las disciplinas asociadas a las Ciencias de la Información y la Comunicación -aunque no exclusivamente-. En Latinoamérica en general y en Chile en particular, éste es un fenómeno reciente y los estudios sobre el tema casi inexistentes.

La presente investigación se enfocará en un aspecto controvertido de la búsqueda de pareja en Internet, la presencia o no de las emociones. Tema central para caracterizar a las interacciones digitales en estos espacios virtuales, y ante lo cual no existe consenso en la literatura especializada. Mientras algunas concepciones catalogan a los portales de búsqueda de pareja como un inmenso supermercado de solteros (Bergström, 2013); movido por una lógica liberal de la elección (Lardellier, 2012; 2014); en el cual cada quien debe posicionar sus gustos, deseos e intereses como una cosa independiente de sí, digna de un escrutinio racional (Illouz, 2007); lo que podría producir un proceso de «reificación» (Honneth, 2007).

Otras afirman que en los sitios de citas se encuentran presentes elementos del imaginario romántico (Marquet, 2009); tal y como se vienen desarrollando durante siglos (Bergström, 2013). Por otra parte, se señala que los usuarios de estos sitios web experimentan emociones de igual intensidad que en lo offline (Lardellier, 2004; 2012); y que los críticos de estos portales -que los definen como racionalizados y racionalizadores-, no observan las múltiples estrategias lingüísticas y expresivas -muchas de ellas emocionales- que los usuarios movilizan para exponer su identidad en ellos (Zerbib, 2012).

De este modo, la presente investigación se pregunta por la presencia (o no) de las emociones en las interacciones digitales al interior de las páginas de encuentro; por las características de estas emociones; y por la gestión que los usuarios hacen de ellas. Por medio del estudio de las opiniones de los internautas chilenos y la reconstrucción del uso que hacen algunos de ellos de las páginas de citas (heterosexuales), se espera proveer evidencia de un fenómeno poco estudiado en el contexto Latinoamericano; y a su vez aportar una reflexión sobre un tema no zanjado en la investigación internacional.

2. Racionalización y «emociones ficcionales»

Eva Illouz es una de las primeras investigadoras(es) en centrar su atención en el fenómeno emergente de las relaciones sentimentales mediadas por ordenador. Será la socióloga quien sentará las bases de algunas de las posteriores investigaciones sobre el tema; especialmente aquellas que utilizan la hipótesis de la «racionalización» instaurada por la autora.

Illouz en «Emociones congeladas» (2007), señala que la búsqueda de pareja en Internet es una conducta extendida y casi «naturalizada» en los países desarrollados. Para ella, esta actividad presentaría cuatro consecuencias relevantes: 1) Obligaría a los sujetos a centrase en sí mismo así como en el propio ideal del otro; explicitando con ello procesos no conscientes. 2) Invierte las interacciones tradicionales del amor romántico. Mientras en las relaciones románticas la atracción precedía al conocimiento en las páginas de encuentro el conocimiento del otro precede a la atracción. 3) El encuentro romántico se produciría bajo el dominio de la ideología liberal de la «elección», constituyéndose así un mercado de parejas. 4) Por último, esta práctica situaría a las personas en un mercado abierto el cual obliga a cada quien a competir con el otro.

Illouz observa en esta práctica un proceso creciente de «racionalización instrumental». Por ello, no es de extrañar que el filósofo Axel Honneth (2007), siguiendo los análisis de la socióloga, señale que la búsqueda de pareja por Internet es uno de los fenómenos contemporáneos que podría causar un proceso de reificación.

En su última obra: «¿Por qué duele el amor?». Illouz (2012) cataloga la experiencia sentimental que las personas experimentan a través de Internet como «emociones ficcionales». Aquellas serían producto de lo que ella denomina como «imaginación ficcional». La autora señala que una de las transformaciones más interesantes que supone la institucionalización de la imaginación mediante la cultura de masas, es que dicha imaginación se ve determinada cada vez más por las tecnologías y los géneros culturales, especialmente aquellos de la industria cultural (cine, televisión, publicidad). Es por ello que en la actualidad resultaría difícil, sino imposible, desentrañar lo «imaginario» de lo «real» de la experiencia amorosa.

Así, tanto la experiencia cotidiana como un vasto corpus de escritos filosóficos y literarios afirma la socióloga, demuestran que cuando amamos a un otro la invocación imaginaria de esa persona resulta tan potente como su presencia. De este modo, cuando las personas se enamoran inventan en gran medida el objeto de su propio deseo. En este sentido, Internet constituiría una de las transformaciones más significativas en el estilo de la imaginación romántica moderna. El uso de la Red y otras tecnologías disponibles para seguir a alguien y ver a esa persona a través de una pantalla, desempeñarían una función importantísima en las nuevas formas de cortejo.

Para Illouz (2012), el estilo de imaginación que se despliega en los sitios de encuentros online debiera entenderse en el contexto de una tecnología que des-corporiza y textualiza los encuentros. Un espacio en el cual el intercambio lingüístico funciona como medio para producir un acontecimiento psicológico íntimo con la otra persona. El objetivo de este trabajo es observar ese acontecimiento íntimo y entregar una explicación sociológica del mismo.

3. Metodología.

Para describir la experiencia emocional de los usuarios chilenos de las páginas de encuentro se implementaron dos instrumentos metodológicos. El primero fue un cuestionario auto aplicado difundido por medios onlineel cual fue elaborado con propósito de esta investigación y estuvo en línea durante los meses de junio-agosto del 2013[1]-. Se utilizó para su aplicación cuatro técnicas: una lista de direcciones de correos electrónicos; una lista de contactos de Facebook; una página de Facebook (fanspage); y un blog personal. Estos fueron recopilados en un servidor especializado en la construcción y aplicación de encuestas online.

En total fueron devueltos 522 cuestionarios: 25 por medio del blog, 32 por Facebook y 465 por correo electrónico. El tipo de muestreo utilizado fue el denominado «espontáneo» (De Singly, 2012) o a posteriori (Henríquez, 2002). Para Boltansky y Maldidier la muestra «espontánea», es decir aquella que está compuesta por quienes voluntariamente contestaron el cuestionario, no es representativa en un sentido estadístico, pero otorga un buen perfil del público; una imagen estilizada por la acentuación de características pertinentes (De Singly, 2012).

Para la pregunta abierta “¿qué opinión le generan las páginas de búsqueda de pareja?” expuesta en este artículo el análisis de la información siguió las siguientes etapas. Luego de una primera lectura, se redujeron las respuestas a unidades de sentido más pequeñas: «palabras» o «frases cortas». Se trató en todo momento de conservar al máximo la literalidad de las respuestas y se excluyeron las repeticiones de sentido. Posterior a esto se agruparon estas unidades en dos ejes «negativo» / «positivo» diseñados a priori. La presentación de estos resultados se realizará en tablas de doble columnas.

El segundo método utilizado en este trabajo fue la entrevista -tanto en su formato online como cara a cara-. Respecto a la entrevista cara a cara hay poco que decir, éste es un método completamente aceptado y prácticamente estandarizado de investigación social (Kaufmann, 2013; Opdenakker, 2006; Ardèvol et al. 2003; Bampton y Cowton, 2002; Baeza, 2002). Se realizaron veintiséis entrevistas de tipo no estructurada (Baeza, 2002). La caracterización de los estudiantes en cuanto género y edad, así como el medio de realización de la entrevista es expuesto en la tabla 1.

En cuanto al método de análisis de las entrevistas este siguió los siguientes pasos. Se redujo todo el material a texto escrito. De este modo, las entrevistas grabadas como las textuales construyeron dos corpus: uno para los varones y otra para las mujeres. Aquí las diferencias de medios y formatos desaparecieron y todas las entrevistas -independiente de que fueran realizadas cara a cara o por algún medio electrónico- tuvieron el mismo tratamiento. Las entrevistas que fueron realizadas a través de medio textuales mantuvieron su literalidad y no fueron intervenidas. Por lo tanto, éstas conservan sus errores ortográficos y gramaticales. Esto con el propósito de conservar al máximo su sentido (Kauffman, 2013).

Hombres Mujeres
Medio Edad Edad Total
 

Cara a cara

20-29 años

20-29 años

30-39 años

40-49 años

40-49 años

20-29 años

20-29 años

30-39 años

40-49 años

60+ años

 

10

Skype 20-29 años 1
 

 

Chat de páginas de citas

20-29 años

30-39 años

40-49 años

50-59 años

20-29 años

20-29 años

20-29 años

30-39 años

40-49 años

9
Chat de Facebook 20-29 años 30-39 años 2
Whatsapp (mensaje de texto) 20-29 años 1
Whatsapp (mensaje de voz) 50-59 años 1
Llamada telefónica 30-39 años 1
Correo electrónico 50-59 años 1
 

Total

 

12

 

14

 

26

Tabla 1. Lista de personas entrevistadas por género, edad y medio.

Posterior a tener todo el material en un formato homogéneo se realizó a una nueva lectura del material. Esta lectura permitió salir de la particularidad del texto y elaborar conceptos generales. En este sentido se realizó un procedimiento inductivo cercano a la Grounded Theory. Aunque fundado en el trabajo de revisión bibliográfica y de discusión teórica (Kauffman, 2013). Luego de realizada esta primera codificación se realizó una nueva lectura del material de entrevista con el fin de extraer los fragmentos (frases o párrafos) más representativos e introducirlos a la malla de análisis. Por último, se efectuó un trabajo deductivo en el cual los conceptos creados fueron reordenados e introducidos en conceptos más generales o temas.

La interpretación del material codificado se realizó en el momento mismo de la escritura de este trabajo y es de exclusiva responsabilidad del autor (Kaufmann, 2013). Como mecanismo de control del proceso de interpretación se utilizó una profunda lectura de los datos recolectados y su contrastación con el trabajo teórico previamente elaborado.

4. Resultados

4.1. Apreciación sobre las páginas de citas.

Cuando se les consultó a los internautas chilenos: ¿Qué opinión le generan las páginas de búsqueda de pareja? Estos mencionaron (ver tabla 2) en el eje positivo: la «utilidad» de estos sitios web y señalaron algunas características con las cuales éstas se publicitan: su «accesibilidad», «sencillez», «rapidez» y/o «efectividad». Además, en este mismo eje se señala que las páginas de encuentro son: un lugar «válido», «novedoso y «moderno» para encontrar pareja, incluso «necesario»; «ad hoc con la forma de interacción actual». Las páginas de citas vendrían a «reemplazar» a otros lugares de encuentro offline.

Finalmente, en el eje positivo también las páginas de citas vendrían a «ampliar» el círculo social de las personas y serían una «oportunidad» para encontrar pareja. De este modo, los cibernautas nacionales que valorizan las páginas de encuentro asocian a éstas las características generales de las interacciones digitales: accesibilidad, rapidez y efectividad. Aquí -como en otros ámbitos online- la lógica no es otra que la de la efectividad (Jauréguiberry y Proulx, 2011; Cassilli, 2010).

Ciertos internautas a su vez relacionan algunas de las características positivas presentes en las páginas de encuentro al contexto más general de la vida moderna: «falta de tiempo», «menores posibilidades de interacción cara a cara»; y parecen no manifestar mayor reparo en efectuar la búsqueda de pareja por Internet como se realizan otras acciones por este medio (buscar empleo, comprar un producto, por ejemplo). Para estos cibernautas, las páginas de citas son una oportunidad más de interacción.

En el eje negativo (ver tabla 2) en cambio, se señala que las páginas de encuentro son: «poco serias», «no sirven», son «desagradables», «raras» y «ridículas». También serían: «engañosas», «se falsean datos», son «inseguras» y «peligrosas». Para los internautas chilenos las páginas de encuentro son un espacio de desconfianza[2] (Parmentier, 2012).

 

 

Positivas Negativas
Sobre las páginas Sirven; sirven (para personas que no tienen un círculo extenso); ayudan (si no hay otra posibilidad de conocer gente); una opción válida; llenan un nicho de interacción; pueden contribuir a establecer relaciones; son una oportunidad de encontrar pareja; prestan un servicio necesario (para algunas personas); útiles; útiles (en estos tiempos); una alternativa; accesibles; fáciles; un medio moderno; reemplaza la función de otros lugares de encuentro (dada la vida moderna); herramienta para ampliar el círculo social; buenas; divertidas ; eficaces; cómodas; buena herramienta (para ampliar círculo); forma válida para conocer personas; prácticas; interesantes; una manera distinta de conocer gente; adecuadas (para la gente que las necesita); forma rápida y sencilla de encontrar pareja; nueva forma de conocer gente (ad-hoc con el modo de interacción actual); novedoso (ad-hoc con el pensamiento actual). Poco serias; irrealizables, no sirven; desagradables; último recurso; pérdida de tiempo; poco seguras; no sirven (de manera real); última opción para dejar de estar solo; no muy buenas; muy engorrosas; falsas; superficiales; raras; sólo venden servicios (no son para encontrar pareja); falsean datos; peligrosas; tienen muchas restricciones de acceso; no son la manera natural de conocer gente; sólo para conseguir sexo; doble filo ; ridículas ; herramienta desesperada ; pierden lo hermoso de mirar a los ojos ; lucran de la desesperanza ; fomentan o avalan el ostracismo ; frías ; matan el juego de la seducción ; se pierde la magia de la conquista ; se pierde la importancia de las primeras impresiones ; poseen un tabú (de los otros); invierten la atracción, la convierten en un asunto racional de maximización.

Tabla 2. ¿Qué opinión le generan las páginas de búsqueda de pareja? Fuente: Elaboración propia.

Un nivel más específico es aquel que dice relación a las páginas de citas como un lugar de búsqueda de pareja. Aquí se pueden encontrar expresiones del tipo: «última opción para dejar de estar solo», «sólo venden servicios», «sólo para tener sexo», «herramienta desesperada», «pierden lo hermoso de mirar a los ojos», «lucran con la desesperanza», «se pierde la importancia de las primeras impresiones», «no son la manera natural de conocer gente».

Por último, hay un grupo de expresiones que reflejan el análisis que los internautas chilenos realizan sobre las consecuencias que estos portales web provocarían. En este grupo hay locuciones del tipo: «fomentan o avalan el ostracismo», «matan el juego de la seducción», «invierten la atracción, la convierten en un asunto racional de maximización». De este modo, los internautas nacionales, como los internautas de otras latitudes (Bergström, 2013; Lardellier, 2014), se convierten en una especie de «teóricos críticos»[3], asociando la búsqueda de pareja por Internet con un proceso creciente de «racionalización instrumental».

Neutras o ambiguas Negativas
Sobre las personas que utilizan las páginas

 

 

 

 

 

Sólo para algunas personas; para gente que las requiere; personas que le gusta encontrar pareja por Internet; personas que les gusta la incertidumbre; para solteros; personas que están en su derecho de utilizar estas páginas (si tienen criterio formado y son mayores de edad); personas que buscan mayoritariamente aventuras sexuales (más que amistad o pareja); todos van a lo mismo; gente que busca pareja (como busca empleo); hay toda clase de gente ( gente que va en serio y otra que lo usa para tener affaires); la mayoría sólo busca sexo Gente tímida; personas con círculo social restringido; personas que no tienen un círculo de amigos; personas que tienen problemas para relacionarse con otras; muchos perfiles son falsos; personas que no tienen redes suficientes para encontrar lo que busca (pareja, sexo, compañía); falsean información; personas con intenciones distintas de las declaradas; personas con malas intenciones; personas que están solas; puede haber gente inadecuada; personas presentan imágenes falsas de sí mismos; gente que inventa una vida mejor para ser buenos partidos; puros chantas (hombres); (como el mar) se puede recoger cualquier cosa; la gente que lo usa no es la que se presenta en los perfiles;; no se sabe con quién te comunicas; gente que normalmente no conocerías;; nunca se sabe si hay un sicópata detrás de la pantalla; algunos son degenerados y no de buenas intenciones; para gente que tiene problemas de afecto; (dificultades) para aceptarse a sí mismos; para gente muy loca; para morbosos; gente mala de la cabeza; nunca se sabe quién está al otro lado de la pantalla; (posible) psicópata (detrás de la pantalla).

Tabla 3. ¿Qué opinión le generan las páginas de búsqueda de pareja?

No es de extrañar que para una parte importante de los internautas chilenos, las páginas web de citas son la última oportunidad de una persona para encontrar un compañero sexual-sentimental, es decir, una opción a la cual se recurre cuando todas las otras posibilidades (offline) han fallado.

La visión «negativa» que los internautas nacionales tienen de las páginas de encuentro, así como de sus utilizadores se expresa en las características que los primeros asocian a estos últimos (ver tabla 3). Personas con «dificultades para relacionarse», «tímidas», «solas», con «círculos sociales restringidos» y/o con «problemas afectivos», son algunas de las características entregadas a estos individuos. Por ello, es común la apreciación que en los portales de citas: «se puede recoger cualquier cosa», es decir, que «hay toda clase de gente» («locos», «psicópatas», «degenerados»). Y que en definitiva, «nunca se sabe quién está al otro lado de la pantalla».

El malestar que estos espacios virtuales ocasionan en los cibernautas chilenos se manifiesta también en la expresión de sus sentimientos. Cuando ellos fueron consultados sobre ¿Qué opinión le generan las páginas de búsqueda de pareja? Y estos manifestaron sus emociones (ver tabla 4), las catalogaron de: «temor», «lata», «desagrado» e «inseguridad». Ningún encuestado expresó emociones positivas, del tipo: alegría, fe, esperanza, amor, ilusión. Sólo una opinión manifestó algún grado de ambigüedad en este punto, cuestionando su actuar cuando utiliza estos portales web (ver tabla 4).

Neutras o ambiguas

 

Negativas
 

Sentimientos y emociones sobre las páginas.

 

 

Sentimientos encontrados (ya que nunca sé qué realmente que estoy haciendo).

 

 

Deconfianza; temor; lata; desagrado; inseguridad.

Tabla 4. ¿Qué opinión le generan las páginas de búsqueda de pareja? Fuente: Elaboración propia

 

Ya sea por la «carga socialmente negativa» que poseen estos espacios virtuales o por la experiencia directa de los internautas nacionales, es evidente el malestar que las páginas de citas provocan en algunos de ellos. Lo anterior no es de extrañar si se considera lo reciente y no tan masificado -en comparación con los países del capitalismo avanzado- del fenómeno en Chile. Enric Pol (1996), señala que el posicionamiento en un «nuevo espacio» implica siempre algún grado de malestar. Malestar que sólo es superado por un proceso de «apropiación».

4.2. Feeling y confianza

Es durante el proceso de «interacción digital» que los usuarios nacionales se apropian de las páginas de citas. Serán los «gustos» en común el factor clave para crear el lazo de cercanía (afinidad o feeling) entre las personas durante el proceso de interacción online.

«Cuando hablamos de feeling, hablamos de los gustos a lo mejor. Entonces, me empiezo a presentar, hola yo me llamo tanto, yo hago tanto, ¿Teni’ hijos? No, no tengo hijo, entonces como esa es la clave. No, no me gusta hacer deporte, ah me gusta esta música, ah’ a mí también… Entonces en una oportunidad tu sientes que te vas a llevar bien con esa persona…» (Mujer 20-29 años).

«… es más por los intereses, ya tiene trabajo y está escribiendo… como que le gusta mucho escribir y mucho de viajar, andar en la naturaleza, andar en bici, cosas que yo hago, que me gusta mucho, entonces hay como, no se… intereses comunes, cosas así… no sé qué más decir, intereses en común, hablar…» (Mujer 20-29 años).

Música, libros, películas, series, bailes, viajes, deportes, regímenes alimentarios, entre otros factores, son los elementos que permiten el traspaso de experiencias, el contrapunto de ideas y en definitiva la observación de intereses en común que articulan la conversación digital y generan la afinidad entre los usuarios. Esta afinidad, a su vez, generará grados crecientes de confianza entre las personas.

«Desconfianza… si po’, lógicamente… si no te conoce bien es lógico que piensen de esa forma, ósea, no entregan todo al principio y te cuentan las cosas así no más y uno también, no da todo al principio y con suerte dai’ el número de Whatsaap si es que… si es que… ósea, no… y ponte tu… perfil de Facebook, sin siquiera aceptar ¿cachai’?» (Hombre 20-29 años).

Una manifestación de los mayores grados de confianza entre los usuarios de las páginas de encuentro, es el paso de las conversaciones desde los medios técnicos que éstas poseen hacia las «redes sociales online de intimidad» de las personas.

«Bueno, básicamente el primer paso es conocerse a través de las páginas. […] y de repente agregabai’ al Gmail, o había gente que te enviaba hasta el Facebook, entonces ya diste el primer paso que es salir de la página» (Hombre 30-39 años).

Como señala Antonio Cassilli (2010), el paso a otros medios virtuales implica siempre un aumento en los grados de confianza. Lo anterior, es también una demostración del interés por parte de los usuarios de la relación establecida o por establecer.

«Primero chat o correos, luego, si es que me tinca harto, Whatsaap. No le doy el Whatsaap a alguien que me tinca poco, luego de eso, hablar por teléfono, por lo general un par o unas tres veces…» (Mujer 30-39 años).

«Whatsapp, yo he pedido Whatsapp y pocas veces lo han negado. No y ahí ya con Whatsapp. Sí, no ahí ya… estai’ listo» (Hombre 20-29 años).

Mientras algunos prefieren dar el mail u otras redes sociales como Facebook o Whatsapp. Otros usuarios prefieren comenzar por este último, reservando Facebook cuando la relación virtual se encuentra más consolidada. Independiente del orden de preferencias que las personas manifiesten respecto a sus redes sociales online. El salir del medio páginas de citas y entrar en sus redes de intimidad es exponer también más de su identidad, y por consiguiente ir un paso más allá en la relación.

Es a través de la interacción en las redes sociales de intimidad que los usuarios se convertirán en lo que Lardellier (2004; 2012) llama «desconocidos íntimos». Es decir, personas que han compartido parte de su identidad, de sus gustos, intereses, y a veces esperanzas y sueños sin conocerse aún en persona.

4.3. «Emociones de computador».

Cuando los usuarios nacionales fueron consultados sobre ¿si las emociones eran parte de las relaciones online que ellos establecían? Fueron las mujeres mayoritariamente quienes respondieron de manera afirmativa. Manifestando que las emociones eran parte de sus relaciones digitales.

«La relación se ha ido desarrollando de forma normal con todas las emociones que ello implica. Cada vez que podemos estamos conectados, durante las horas de oficina todo el tiempo nos mandamos mensajitos cariñosos y sugerentes, y selfies. En las noches se vuelve más íntimo, incluso hemos incursionado en los planos sexuales…» (Mujer 50-59 años).

Algunos hombres consultados también reconocieron la aparición de estas emociones (aunque éstos no fueron mayoritarios). Sin embargo, son estos últimos también los primeros en diferenciar estas emociones con las que se experimentan en la vida «real» (offline), catalogando a las primeras como «emociones de computador». Es decir, de «corta duración» (sólo mientras dura la interacción) y de «menor intensidad» (en relación a la vida offline).

«No, sí sentís emociones po’ weón’, sentís, claro, […], porque yo las he sentido po’ weón’, pero las he sentido en el momento de la conquista que estai’ ahí engrupiéndote una mina ¿cachai’ o no? claro, ahí sentís una emoción po’ weón’, sentís hartas emociones de hecho, adrenalina, miedo ¿cachai’? también eh, sentís amor también po’, si tenís’ sentimientos putos ¿cachai’ o no? compasión, deseo, no sé, ¡celos inclusive ¡» (Hombre 40-49 años).

«Son como emociones de computador, son como tan cortas» (Hombre 30-39 años).

«… si, se sienten porque hay expectativas, pero no intensas, al menos en mi caso, a no ser q sea con una persona qué lleve conversando varios días o semanas» (Hombre 20-30 años).

Como se puede apreciar en el último de los relatos, no todas las interacciones digitales generan los mismos sentimientos. Existen tres factores para determinar la intensidad y duración de esas emociones: la «duración» e «intensidad» de las interacciones online emprendidas y la «percepción general» sobre ellas. Los siguientes relatos grafican los puntos antes señalados.

«Con las personas con las que quedai’ más cercana, si… hay alguna sensación de decir pucha’, porque no se conecta, quizás por algo… pero verdaderamente con personas que tu valoras, Sí, sí, pero con personas que realmente te importan si puede haber un poco involucradas emociones…» (Hombre 20-29 años).

«…él tenía como 45 años, súper simpático… hablamos de todo, porque yo estaba conectada al Gmail y en cualquier momento aparecía y me decía hola ¿cómo estás? casi como pololos[4],[…] y se acabó no más… Si, si, si… yo me sentí triste, porque yo me sentía contenta mientras yo hablaba con él, yo escribía una cosa y el me respondía súper bien, ósea, era como un pin pon… totalmente natural como una pareja…» (Mujer 50-59 años).

«No creo, no creo, fíjate, yo con esta chica que estábamos hablando [por la cual había sentido fuertes emociones] que yo te decía, yo con ella quede en salir, no, no salimos la semana pasada, y con ella fue como súper raro, porque fue como una virtual, en serio. […], y fue una relación, una verdadera relación, como tú, cuando tu pololeabas ¿me entendí o no? que loca la cuestión, no si es re loco el tema» (Hombre 40-49 años).

Es posible afirmar que cuando el dialogo digital se extiende en el tiempo y se presenta con cierta regularidad -es decir, se fortalece el vínculo[5] (Granovetter, 1973)- se genera un «acontecimiento psicológico» (Illouz, 2012), denominado aquí como «emoción».

Existe, sin embargo, otro factor relevante para determinar la duración e intensidad de las emociones experimentadas por parte de los usuarios de las páginas de citas. Esto es la percepción de la «naturalidad» o «normalidad» de estas interacciones.

«Yo diría de menor intensidad [las emociones], yo no sé, trato de interpretarlo en mi caso ir más lento para evitar cualquier riesgo de algo que lo consideres no convencional, porque estas en un mecanismo que nunca validé, entonces se debe ir dando ciertos espacios internalizarlos, o llegar a naturalizarlos» (Hombre 40-49 años).

«Una vez de que sé, ya que me voy a ver personalmente con la persona, obviamente que hay un poco de nerviosismo, hay algo de emoción, pero también reprimida porque tú le estas dando paso a tu mente, a tus cálculos no sé cómo decirlo, que palabras decir. Las emociones llegan cuando está cara a cara porque ese es el cauce normal de las comunicaciones de los seres humanos…» (Hombre 50-59 años).

De este modo, la visión que las personas tengan sobre la «naturalidad» de las interacciones online influirá en la gestión que éstos realicen de sus emociones. Como señalan los relatos arriba citados, es mejor no dar rienda suelta a la imaginación y en consecuencia a las emociones en un medio que no es validado como el propio de las relaciones románticas y que en términos más generales no es el «normal» de las interacciones humanas.

5. Discusión y conclusiones

Eva Illouz (2012), cataloga los sentimientos que las personas experimentan en las páginas de citas como «emociones ficcionales». Ellas discreparían de las emociones «reales» (offline), porque a diferencia de aquellas, éstas últimas no tendrían un fundamento real (concreto): una mirada, una conversación cara a cara, una carta, un regalo, un cabello del amado o de la amada. En su opinión, las «emociones ficcionales» se asemejarían más a lo que las personas experimentan cuando leen un libro o ven una película. Sin embargo, a diferencia de estas experiencias, en la cual los sujetos están conscientes de la «irrealidad» de sus sensaciones, en las páginas de encuentro los usuarios no podrían diferenciar entre fantasía y realidad.

Los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela (2007), desde una perspectiva biológica y epistemológica –lo que el primero llamará «biología del conocer»- señalan que los seres humanos –como todo organismo con sistema nervioso central- no pueden conocer lo que conoce (su entorno), sino sólo cómo lo conoce. En otras palabras, no es posible para las personas conocer lo que se encuentra fuera de ellas (su entorno), sino es por medio de su constitución neurofisiológica y su «deriva» (relación evolutiva con el entorno).

De esta forma, lo que es vivido como realidad y fantasía lo es sólo a partir de cómo es aprehendido por la persona desde su particular constitución neurofisiológica. Lo anterior, con independencia de lo que pueda señalar un observador externo. Esto tendrá importantes implicancias para el tema de las emociones, pues como es vivenciada y sentida la realidad determinará a su vez esa misma realidad (relación sujeto/entorno o «mundo»). Desde esta perspectiva, no habría «emociones ficcionales» y «emociones reales» sino sólo emociones sentidas por los sujetos.

El psicólogo y psicoanalista Serge Tisseron (2005) tiene una opinión similar, y lo explica de la siguiente manera. Para él, el «principio de realidad» es clave en los seres humanos. Éste permite diferenciar entre un algo «real» y un objeto de «ficción». Este principio, que permite por ejemplo diferenciar entre una experiencia vivida (una relación con un otro, un evento, un accidente), y un objeto de ficción (leer un libro, ver una película), es de juicio exclusivo de la persona involucrada y no atribuible a un tercero.

La diferencia entre lo «real y la «ficción» se produce, señala el autor, de la relación entre el mensaje recibido y la imagen mental se haga un sujeto; y el formato en el cual se encuentra impreso ese mensaje. Sin embargo, la diferencia entre ficción y realidad es independiente de cómo es catalogado un producto cultural. De este modo, una película o un libro no son siempre una ficción y una experiencia no siempre es vivida como real. Esto permitiría entender porque las personas pueden identificarse, emocionarse, disfrutar o sufrir con un producto de ficción (un libro o una película), y ser totalmente indiferentes con un hecho de la realidad (una noticia televisada de un evento trágico, por ejemplo).

Lo que se denomina «realidad» afirma Tisseron (2005), se compone de tres elementos: el mundo objetivo; las imágenes cada vez más numerosas entregadas por la tecnología; y las representaciones que de uno y otra se hagan las personas. Aquello podría explicar por qué el amor romántico (offline u online) que se asemeja más a un mito (De Rougemont, 2002) o a un producto de ficción (Beck y Beck-Gernsheim, 2001; Illouz, 2009), es vivido como real por cientos de personas. Y comprender a su vez porque el «amor virtual» puede ser tan problemático en su interpretación, pues para algunos no es más que un juego -como un juego de video[6], por ejemplo- y para otras una experiencia bien real.

Como señala Tisseron, cuando una persona evalúa un fenómeno como real (o no), no se pregunta tanto por el status de éste, sino por cómo manejar sus emociones dado el status de ese objeto. De esta forma, la evaluación de un fenómeno es tanto emocional como cognitiva.

Determinar cuál es la «naturaleza» de las emociones experimentadas por las personas al interior de las páginas de encuentro, es una cuestión que sobrepasa con creces los objetivos de este trabajo. Lo que sí es posible señalar, es que los usuarios chilenos de las páginas de citas reconocen sensaciones que ellos denominan como «emociones» y que catalogan a éstas de desconfianza, temor, lata, desagrado, inseguridad, amor, compasión, deseo y celos entre otras.

De este modo, lejos de ser una acción exclusivamente racional, la búsqueda de pareja por Internet es un fenómeno en el cual participan las emociones. Definidas como «ficcionales», serán los propios usuarios chilenos quienes las cataloguen como: «emociones de computador». Es decir, de más corta duración e intensidad que las experimentadas en lo offline. Tres serán los factores que determinan las características emocionales experimentadas por las personas en las páginas de citas: a) La duración; e b) intensidad de las interacciones emprendidas por los usuarios; y c) la interpretación que ellos hacen de éstas.

Los dos primeros elementos no distan en demasía de lo que ocurre en algunos espacios offline. En los cuales la duración e intensidad de las interacciones establecerá la discrepancia, por ejemplo, entre vínculos débiles y fuertes. Así, será el tercer factor el que establecerá la diferencia emocional experimentada por las personas en distintos espacios (online y offline). En oposición a aquellos que señalan que los utilizadores de las páginas de encuentro no podrían distinguir entre realidad y ficción. Este artículo afirma que es precisamente la disímil interpretación que los sujetos realizan de sus interacciones en diferentes espacios, el elemento que determinará como éstos gestionen sus emociones en ellos.

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Caracteres vol.6 n2

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Notas:    (↵ regresa al texto)

  1. Elyson y Boyd (2013) señalan que, dado lo rápido que se modifican las tecnologías (TIC) es necesario fechar los estudios sobre ellas.
  2. Esto no es de extrañar si se considera que en Chile la desconfianza se ha convertido en un discurso compartido, incluso en un imaginario instituido (Aravena y Baeza 2015).
  3. El tema central de la denominada teoría critica de la «Escuela de Frankfurt» es la «racionalización instrumental» de todos los ámbitos de la vida (Jay, 1989).
  4. Pololeo: nombre dado en Chile a la relación de pareja pre-matrimonial (novios).
  5. Mark Granovetter (1973), señala que la fuerza de un vínculo interpersonal puede ser caracterizada como la combinación, probablemente lineal, de tiempo, intensidad emocional, intimidad (confianza mutua), y los servicios recíprocos para con ese vínculo.
  6. Esto no quiere decir que en un juego de video no existan emociones, por el contrario, algunos de ellos son denominados como una «máquina de emociones» (Cuadrado, 2013). Sino que estas emociones son de carácter lúdico.

Caracteres. Estudios culturales y críticos de la esfera digital | ISSN: 2254-4496 | Salamanca