El término se emplea en referencia a una nueva evolución en las tecnologías de relación humano-máquina en la construcción web, siendo acuñado por Jeffrey Zeldman en 2006.
Parte de los cambios implican cambiar la concepción de la web desde la estructura visual en el navegador hasta la base de datos que suministra datos que son interpretados y presentados ante el usuario a través de aplicaciones independientes.
Existe todavía un fuerte debate sobre las implicaciones reales de la Web 3.0 e incluso sobre la definición misma de este concepto, muchas veces identificado con la conocida como web semántica, esto es, la construcción y conversión de la web en una base de datos semánticos y ontológicos que describirían cada contenido, lo que se hace ya con sistemas de indexación como XML, OWL o RDF como metalenguajes principales.
Eso, sin embargo, no altera la usabilidad de la web semántica, pues esto se ejecuta en función de agentes operadores capaces de interpretar esos datos asociados a los objetos de la web como intermediarios entre los usuarios y los datos registrados.