Crisis de identidad y revoluci贸n digital

Identity crisis and digital revolution

Daniel Esparza[1] (Univerzita Palack茅ho v Olomouci)

Art铆culo recibido: 6-4-2012 | Art铆culo aceptado: 27-4-2012

ABSTRACT: In this article, I propose a theoretical framework related to identity construction and transformation. The main aim is to explore some symptoms and incidences associated to the arrival of digital revolution, like the identity crisis provoked by the deep changes in the notion of time and space, which have disoriented the human being at the dawn of the revolution. One of the main conclusions to be debated is the following: in the society of the image and information that we are living, paradoxically, what is still predominating is the victory of the myth, headline or branding.
RESUMEN: En este art铆culo se propone un marco te贸rico relacionado con la construcci贸n y la transformaci贸n de la identidad, desde el cual se explorar谩n algunos s铆ntomas e incidencias asociadas a la llegada de la revoluci贸n digital: como el surgimiento de una crisis de identidad producida por los profundos cambios en la noci贸n de tiempo y espacio, que han desorientado al ser humano en los inicios de la revoluci贸n. Una de las principales conclusiones para el debate es que en la sociedad de la imagen y la informaci贸n, parad贸jicamente, lo que sigue predominando es la victoria del mito, el titular o la imagen de marca.

KEYWORDS: identity, the other, identity crisis, digital revolution, globalization
PALABRAS CLAVE: identidad, el otro, crisis de identidad, revoluci贸n digital, globalizaci贸n

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1. Introducci贸n

La identidad se construye a trav茅s de las sucesivas identificaciones simb贸licas e imaginarias en la relaci贸n con Otros relevantes. Al mismo tiempo la identidad se transforma a trav茅s de sucesivas crisis de identidad, la cual surge cuando las identificaciones y las relaciones hacia uno o varios Otros relevantes cambian dr谩sticamente. Si tenemos en cuenta que la estructura b谩sica de toda identidad est谩 cimentada en torno a dos Otros fundamentales: el tiempo y el espacio; me planteo las siguientes preguntas: 驴hasta qu茅 punto la revoluci贸n digital ha producido un cambio en las percepciones del tiempo y del espacio? 驴Hasta qu茅 punto podemos afirmar que en el tiempo presente se est谩 produciendo una crisis de identidad (o identidades) generalizada? Estas preguntas ser谩n contestadas desde la 贸ptica de un marco te贸rico de referencia que presento en el pr贸ximo apartado.

Hasta donde llega mi conocimiento, creo que la propuesta que presento es original porque no se ha realizado antes en los t茅rminos te贸ricos que planteo. Sin embargo, se debe reconocer de antemano que el campo de visi贸n que presento es limitado, c贸mo no puede ser de otra manera. No pretendo explicar el todo, ni siquiera se trata de un estudio de caso concreto, la intenci贸n es explorar algunos s铆ntomas e incidencias del tiempo presente. Estos s铆ntomas e incidencias, obviamente, se podr铆an explicar desde numerosas teor铆as y desde numerosas disciplinas (como ya se ha hecho), tan v谩lidas como la que presento aqu铆, porque de lo que se trata no es de competir por demostrar cu谩l es la teor铆a que mejor se ajusta a la realidad, sino hasta qu茅 punto cada una de ellas es capaz de iluminar, aunque sea un segmento peque帽o, con la intensidad suficiente como para sacarlo de la sombra y tratar de descifrarlo; con el objetivo de comprender una realidad tan compleja como la del mundo cambiante en el que vivimos. Cuantos m谩s segmentos podamos destapar, y sobre todo, cuantos m谩s puntos de encuentro podamos enlazar entre todas las teor铆as (estar abierto al interdisciplinarismo), m谩s posibilidades tenemos de comprender aquello que nos propongamos.

2. Elementos b谩sicos del proceso de construcci贸n de la identidad

Numerosos son los estudios sobre teor铆a de la identidad y adem谩s llevados a cabo desde muy diversas disciplinas[2]. A pesar de esto no existe una definici贸n universal sobre identidad aceptada por todos, ni siquiera por una mayor铆a de estudiosos. A煤n as铆 es posible determinar algunos puntos de encuentro. El m谩s importante es que la identidad no es est谩tica ni inmutable, sino fluida y cambiante: se transforma. A continuaci贸n voy a presentar mi propia definici贸n de identidad para delimitar el campo de acci贸n de esta investigaci贸n. No se trata de una definici贸n a la ligera, sino de un marco de referencia trabajado y revisado durante los 煤ltimos siete a帽os.

La identidad se construye a trav茅s de las sucesivas identificaciones simb贸licas e imaginarias en la relaci贸n con Otros relevantes. Por identificaciones simb贸licas entiendo que la aproximaci贸n y percepci贸n del Otro no surge de repente de la nada, sino que se produce como resultado de asociaciones simb贸licas relacionadas con elementos del pasado. Por identificaciones imaginarias entiendo que estas se producen en el nivel ps铆quico de la imaginaci贸n y se manifiestan en el sujeto a trav茅s de im谩genes mentales, las cuales son externalizadas por cada sujeto a trav茅s del discurso, arte, costumbres, h谩bitos, etc. Las identificaciones pueden ser tanto negativas como positivas. Negativas cuando implican un rechazo y 鈥渁parentemente鈥 no son incorporadas al 鈥渦no mismo鈥. Positivas cuando son aceptadas como v谩lidas e incorporadas al sujeto, es decir, se produce alg煤n tipo de aceptaci贸n e imitaci贸n, parcial o total. Por el concepto de Otro (en may煤scula) entiendo una entidad simb贸lica que se puede manifestar a trav茅s de formas distintas, y sobre la cual se proyectan identificaciones como si se tratara de una pantalla, que en realidad pertenecen al 鈥渦no mismo鈥 y no al Otro. El Otro puede ser una naci贸n determinada, un grupo 茅tnico, una banda de m煤sica, un club de f煤tbol, una escritora, un miembro de la familia, un amigo, un pintor, una ciudad, una organizaci贸n internacional, un Estado, una novela, una pel铆cula, un pol铆tico, 鈥渓as mujeres para los hombres, el rico para el pobre, los californianos y neoyorquinos para los americanos del medio-oeste, el joven para el viejo, conservadores para marxistas, turistas para los nativos, etc.鈥 (Riggins, 1997: 4),  pero tambi茅n podr铆a ser un cap铆tulo de la historia, un personaje hist贸rico, una ideolog铆a, un concepto como globalizaci贸n, un deseo, una utop铆a, etc. Todos estos son algunos ejemplos de las innumerables formas que puede adoptar la figura simb贸lica del Otro.

Por el 鈥淥tro鈥 (en la formaci贸n de una identidad) no se entiende cualquier cosa exterior que no sea el 鈥渦no mismo鈥, sino aquellas entidades simb贸licas relevantes que influyen directamente en una identidad concreta, de ah铆 que las identificaciones s贸lo puedan ser positivas o negativas. Se entiende que todo lo neutro es aquello que no afecta con intensidad suficiente a la identidad observada. Finalmente se debe enfatizar que hay dos Otros fundamentales que sujetan la estructura de cualquier identidad y est谩n presentes por tanto en cada una de ellas: el tiempo y el espacio. Toda identidad est谩 marcada por una representaci贸n de un tiempo y un espacio determinado, y esta es una de las claves por las que la identidad cambia.

3. Crisis de identidad

El concepto de crisis de identidad es fundamental para comprender por qu茅 y cu谩ndo cambia la identidad, o para ser m谩s preciso, por qu茅 y cu谩ndo cambian las identificaciones hacia los Otros m谩s relevantes. Erik Erikson, psiquiatra-psicoanalista, fue, si no el primero, al menos, uno de los primeros en popularizar el t茅rmino 鈥渃risis de identidad鈥 a nivel cient铆fico. Para Erikson, el t茅rmino 鈥渃risis de identidad鈥 se acepta 鈥減ara designar un punto de giro necesario, un momento crucial, cuando el desarrollo ha de adoptar una u otra direcci贸n, recopilando recursos para un crecimiento, una recuperaci贸n y una ulterior diferenciaci贸n. Ello se muestra aplicable a m煤ltiples situaciones: a una crisis del desarrollo individual, o a la aparici贸n de una nueva 鈥樏﹍ite鈥 en la psicoterapia de un individuo o en las tensiones correspondientes a un r谩pido cambio hist贸rico鈥 (1992: 14). Erikson le dio mucha importancia al estudio de la crisis de identidad en la adolescencia, cuando el ni帽o deja de ser ni帽o, pero todav铆a no es adulto. Si adaptamos esta definici贸n de Erikson al concepto de identidad que he planteado anteriormente, podemos sugerir que 鈥渁parece una crisis de identidad cuando se produce un cambio dr谩stico en las identificaciones y relaciones con los Otros m谩s relevantes鈥. En el nivel personal estos cambios dr谩sticos se pueden traducir, por poner algunos ejemplos, como la muerte o p茅rdida de alguien esencial para una persona, un cambio repentino de estatus social o civil, la amputaci贸n de alg煤n miembro o aparici贸n de una discapacidad, o un cambio (forzoso) del lugar o pa铆s de residencia, etc. Sin embargo, no vamos a trabajar el nivel individual de la identidad, lo que nos interesa es el nivel colectivo para entender la transformaci贸n de las sociedades, y en este sentido se entiende que surge una 鈥渃risis de identidad generalizada鈥 (en una sociedad o sociedades determinadas) cuando se produce un giro hist贸rico de manera repentina, tales como: una guerra, una invasi贸n, una cat谩strofe natural, un cataclismo econ贸mico o una revoluci贸n, pues cada uno de ellos afecta directa y bruscamente a todos los sujetos, los cuales quedan desorientados en un dr谩stico cambio de roles dentro de la sociedad, y por tanto se produce un giro de identificaciones y relaciones hacia los Otros. Para comprender mejor este marco te贸rico que aqu铆 planteo, vayamos a la praxis, y veamos dos casos relacionados con crisis de identidad: A) El primero observa una crisis de identidad generalizada que se produjo en las sociedades poscomunistas a partir del inesperado momento de la ca铆da del muro de Berl铆n, concretamente el caso checo (Checoslovaquia). B) El segundo, relacionado con una crisis de identidad en la elite pol铆tica de occidente (EEUU y la CEE) con respecto a la ca铆da de la URSS, pero que tuvo repercusiones a nivel global, a帽os despu茅s.

A) Entre los a帽os 1989 y 1993 se produjo un cambio total y profundo en los roles, relaciones e identificaciones con los Otros m谩s relevantes, en todos los individuos y en todas las capas y estratos de la sociedad checa(eslovaca). Entre esos a帽os se produjo:  a) la ca铆da del r茅gimen comunista a finales de 1989; b) la desaparici贸n de la Uni贸n Sovi茅tica dos a帽os despu茅s, y c) la desaparici贸n de Checoslovaquia. Y esto llev贸 a: a) la llegada de la democracia y la econom铆a de mercado (que produjo un cambio de roles en todos los sujetos de la sociedad checa); b) la aparici贸n de nuevas relaciones internacionales con nuevos Otros como la OTAN y la CEE (UE); y c) una nueva relaci贸n con los eslovacos desde Estados diferentes. Obviamente, las percepciones, relaciones e identificaciones hacia aquellos Otros significativos no eran homog茅neas entre todos los miembros de la naci贸n checa (antes de la revoluci贸n), pues depend铆an en cierta manera de la posici贸n que ocuparan dentro de la sociedad, pero todos sufrieron un cambio dr谩stico en dichas relaciones a partir de la Revoluci贸n de Terciopelo, nombre que recibi贸 en Checoslovaquia el levantamiento popular que precedi贸 y oblig贸 a la ca铆da del r茅gimen no democr谩tico en noviembre y diciembre de 1989. Por ejemplo, los comunistas que hab铆an gobernado y liderado el pa铆s durante m谩s de 40 a帽os, pasaron a ser de repente una minor铆a denostada por casi todos y apartados del poder. Los dem贸cratas se convirtieron en mayor铆a, representados ampliamente por el Foro C铆vico, movimiento que agrup贸 a diferentes tendencias ideol贸gicas y que form贸 el primer gobierno democr谩tico tras la ca铆da del r茅gimen. Los que hab铆an sido disidentes durante el r茅gimen dejaron de serlo repentinamente. Y los antiguos gobernantes o aquellos que abiertamente defendieron las ideas marxistas y se beneficiaron o ten铆an posiciones privilegiadas dentro de la sociedad checa(eslovaca), fueron expulsados casi s煤bitamente de sus posiciones, e incluso perseguidos o discriminados por la nueva sociedad resultante. Asimismo, la llegada de una nueva econom铆a propici贸 la aparici贸n de nuevas clases sociales: nuevos ricos (aquellos que se beneficiaron de las privatizaciones de las principales empresas del Estado); aparecieron nuevos pobres; hombres y mujeres de negocios; y tambi茅n la llegada del paro, un fen贸meno desconocido durante el r茅gimen. Las expresiones a trav茅s del arte tambi茅n cambiaron de repente, y cosas que no se pod铆an contar, pintar, bailar, filmar, etc, se convert铆an desde noviembre de 1989 en inter茅s prioritario de la sociedad que quer铆a contemplar y expresar cosas que hab铆an estado prohibidas y calladas durante el r茅gimen. Tambi茅n los exiliados pudieron regresar, y otros muchos que no pudieron nunca salir de Checoslovaquia pudieron por fin abandonar libremente el pa铆s tras d茅cadas de aislamiento. En definitiva, todos los individuos se vieron afectados y cada uno reaccion贸 a dicha crisis de manera diferente.

B) Otro tipo de crisis de identidad, no generalizada en la poblaci贸n, pero que afect贸 a los designios del mundo porque afect贸 a la alta pol铆tica, estuvo directamente relacionada con la inesperada ca铆da de la URSS (el Otro negativo m谩s relevante para occidente), y adem谩s el Otro fundamental sobre el que EEUU y la CEE construyeron el statu quo del mundo hasta finales de los 80. Esto provoc贸 un cambio de roles y una gran desorientaci贸n en EEUU y Europa a la hora de controlar el mundo, y que supuso una b煤squeda de nuevos Otros con los que estabilizar sus identificaciones y relaciones en el mundo resultante. Veamos algunas reacciones a los cambios de rol: La CEE casi en el mismo momento en que la Uni贸n Sovi茅tica se derrumbaba (cumbre de Maastricht de diciembre de 1991), devora una parte de su nombre, Uni贸n, y se convierte en la Uni贸n Europea. Menos de una d茅cada despu茅s, en el 2000, la UE decide que EEUU, su mayor aliado durante la guerra fr铆a (su Otro positivo), se convierta ahora en su mayor rival, y se propone como reto en la agenda de Lisboa 2000, superarlo para el 2010 en la econom铆a del conocimiento. Y claro, EEUU, ante esta reacci贸n inesperada de la UE, se propuso dividir Europa entre la Vieja y la Nueva, con el fin de debilitarla y frenar sus expectativas competitivas contra EEUU. Estas reacciones, que demuestran  (o, al menos, se pueden interpretar como) una gran desorientaci贸n tanto en EEUU como en la UE,(tras la p茅rdida de la URSS), han tenido consecuencias negativas (al menos parcialmente), pues parte de esa rivalidad da帽ina que jugaron EEUU y la UE durante el mandato de G.W. Bush, son en parte responsables de la crisis actual en las dos orillas del Atl谩ntico.

Estos dos casos vistos anteriormente son importantes tenerlos en cuenta, porque la expansi贸n de la revoluci贸n digital en los 90, se produjo sobre estas dos crisis de identidad se帽aladas, especialmente importante la segunda, porque estaba y est谩 todav铆a relacionada con los designios del mundo geopol铆tico.

4. Revoluci贸n digital y crisis de identidad

驴Qu茅 se entiende por revoluci贸n digital? Se trata de un concepto provisional que en este art铆culo entiendo como la profunda transformaci贸n producida en el campo de la tecnolog铆a y las comunicaciones iniciada con la expansi贸n de internet y la telefon铆a m贸vil (y no con los primeros ordenadores personales o videojuegos para nivel usuario, ya existentes desde finales de los 70 y en los 80, como han marcado otros autores) y cuyas consecuencias ha afectado profundamente a la forma de vida de la mayor铆a de las sociedades. Internet ya se hab铆a inventado en 1969 por el Pent谩gono (s贸lo para uso militar), y a finales de los 80 comenz贸 a extenderse por las redes cient铆ficas de universidades y laboratorios estadounidenses; tambi茅n las tecnolog铆as v铆a sat茅lite estaban ya bastante desarrolladas a finales de los 80. Pero no es hasta la ca铆da del muro de Berl铆n, en un mundo sin barreras, donde ya se puede expandir esa tecnolog铆a a los usuarios de casi todo el mundo (con el matiz de China). Fue por tanto en el mundo 鈥減ost-muro鈥 de los noventa cuando fue posible expandir y generalizar el uso de internet y la telefon铆a m贸vil, y en la primera d茅cada del siglo XXI cuando se consolida definitivamente. As铆, con la llegada del nuevo siglo se empieza a hablar de la 鈥渂recha digital鈥, y de conceptos como 鈥渘ativo digital鈥, los que nacen dentro de dicha revoluci贸n, e 鈥渋nmigrantes digitales鈥, los que nacieron antes de 茅sta (Prensky, 2001). 驴Pero, no fue acaso ya la ca铆da de los reg铆menes comunistas un s铆ntoma de la globalizaci贸n, en el que el avance tecnol贸gico ya hac铆a inviable el aislamiento f铆sico simbolizado por un muro? (Giddens, 2004: 89).

4.1. La trasformaci贸n del tiempo y del espacio

La expansi贸n de internet y de la telefon铆a m贸vil, cuya conjunci贸n hace posible hoy mantener una videoconferencia con un m贸vil a tiempo real entre uno que est谩, por ejemplo, en una calle frente al viejo ayuntamiento de Filadelfia, y otro en un pueblo de los Apeninos, en el metro de Tokio o en la playa de Perth; nos muestra un avance tecnol贸gico que ha llegado hasta la m谩xima expresi贸n de lo que Heidegger llamaba la tendencia a la superaci贸n de la lejan铆a, con respecto a todas las cosas que llevaran el prefijo 鈥渢ele鈥, en este caso el prefijo 鈥渧ideo鈥 (Innerarity, 2004: 109). La noci贸n y 鈥渓a concepci贸n de la proximidad o de la distancia son as铆 profundamente transformadas. La noci贸n de 鈥榩roximidad medi谩tica鈥 produce una disoluci贸n del espacio y una contracci贸n total del tiempo por efecto de la simultaneidad鈥 (Innerarity, 2004: 109). Por otra parte, en el ciberespacio (la red global de ordenadores que conforman internet), 鈥測a no somos personas, somos mensajes en una pantalla ajena鈥 (Giddens, 2004: 598), al menos en lo que se refiere a los mensajes electr贸nicos. Y as铆, 鈥渆l propio lugar ya no es necesariamente el escenario central de la vida鈥 (Innerarity, 2004: 112), sino la marca dejada en el cerebro o en la percepci贸n de la realidad del sujeto que se relaciona con y en el ciberespacio. Nuestra forma de relacionarnos e identificarnos han cambiado, no en todos los 谩mbitos de la vida, pero s铆 en muchos.

Hasta la primera revoluci贸n industrial, momento en el que comenz贸 la aceleraci贸n exponencial en el mundo, todo lo anterior hab铆a transcurrido con la parsimonia de que durante milenios el veh铆culo m谩s r谩pido por tierra siempre hab铆a sido el caballo, y en el mar el barco de vela. Hasta el siglo XIX el mundo hab铆a sido mayoritariamente rural, y los individuos apenas pensaban en los cambios: 鈥渘uestra vida siempre ha sido as铆 y siempre ser谩 as铆鈥. La mayor铆a de los habitantes de un territorio hasta la revoluci贸n industrial no sol铆a salir (a lo largo de su vida), m谩s all谩 de los 40 kil贸metros a la redonda de su lugar habitual de residencia. Del propio Kant se dice que nunca sali贸 de su prusiana K枚nigsberg (hoy la rusa Kaliningrado). Entonces, el futuro en general no implicaba grandes cambios, tampoco el pasado. Se debe matizar, que a diferencia de la revoluci贸n digital de hoy, la industrial ni fue tal en todas partes, ni se produjo al mismo tiempo, sino que fue instal谩ndose poco a poco a lo largo del siglo XIX. Incluso en pa铆ses como Rusia, no comenz贸 hasta finales del primer cuarto del siglo XX (con la creaci贸n de la URSS), por no decir otros pa铆ses de Asia o 脕frica donde nunca lleg贸 directamente. Todos esos avances producidos por la primera y segunda revoluci贸n industrial iban encaminados a la aceleraci贸n y a la superaci贸n de la lejan铆a (ferrocarril, tel茅grafo, barco a vapor, autom贸vil, tel茅fono, radio, avi贸n). Sin embargo, la revoluci贸n digital ha sido s煤bita a nivel planetario, y ha provocado el comienzo de un cambio de mentalidad tambi茅n dr谩stico, sustituyendo (de entrada) el 鈥渇uturismo鈥 cl谩sico de la modernidad, por el del 鈥減resentismo鈥 actual. 驴Qu茅 significa presentismo? Si bien el futurismo miraba al tiempo venidero con la esperanza de que la evoluci贸n mejorar铆a las cosas, ahora el futuro se ha desvanecido o fundido con un presente saturado de informaci贸n[3], de tal manera que en la percepci贸n del hombre de hoy conectado a internet, lo que ha ocurrido hace una semana, da la sensaci贸n de ser algo muy lejano, o incluso, sencillamente, algo que queda en el olvido. Las noticias de los principales medios de prensa se renuevan en internet cada hora o incluso menos. Esta aceleraci贸n de la vida cotidiana, junto con la saturaci贸n de informaci贸n y la virtualizaci贸n de la realidad a trav茅s de los mass-media ha cambiado tambi茅n nuestra percepci贸n del futuro, pues 茅ste ya no es lo que era, algo lejano y distante; sino que pasa a ser una magnitud cercana y pr贸xima, que tiende a devorar el presente, y de esta manera disminuyen considerablemente las posibilidades de predecir el tipo de vida que nosotros y los que vengan detr谩s vamos a tener (Innerarity, 2004: 185-187).

4.2 S铆ntomas de la crisis de identidad

La relativizaci贸n de la noci贸n de tiempo y espacio que ha tra铆do la revoluci贸n digital se hace visible, por poner algunos ejemplos, en la mundializaci贸n del planeta (y con esto ha aumentado la sensaci贸n de proximidad o de que es m谩s 鈥減eque帽o鈥 que antes); la transformaci贸n en muchos aspectos de las relaciones humanas (o h谩bitos); tambi茅n el tipo de jornada laboral; t茅cnicas de ense帽anza en la escuela; y en general ha transformado la econom铆a y las relaciones cliente-empresa. Y estos cambios producidos relativamente en poco tiempo (si lo comparamos con la revoluci贸n industrial) han producido una desorientaci贸n generalizada frente a una realidad cada vez m谩s fren茅tica, desenfrenada y virtualizada por los mass-media, cuya punta del iceberg (de la desorientaci贸n) est谩 representada por la enorme tormenta de ideas de c贸mo salir de la crisis econ贸mica-financiera iniciada en occidente en 2008 y que est谩 arrastrando a EEUU y a la UE por caminos de dif铆cil predicci贸n y consecuencias. Uno de los 鈥渟铆ntomas鈥, si se ve desde la 贸ptica de la crisis de identidad, o de las 鈥渃onsecuencias鈥, si se mira desde la 贸ptica de una crisis socioecon贸mica, es que la posici贸n y el prestigio del 鈥渆xperto鈥 se han devaluado hasta m铆nimos sospechosos. Por una parte el experto no ha sido capaz de predecir, ni saber una vez dentro, c贸mo salir de la crisis; y por otra, el usuario normal, abierto al mundo del ciberespacio y a la enorme cantidad de informaci贸n a la que puede acceder, cree que sabe, como m铆nimo, tanto como cualquier experto. Lo que en tiempos anteriores se respetaba bajo la figura simb贸lica del sabio, hoy se ha disipado por el efecto de la saturaci贸n de informaci贸n, en la que todo el mundo se ha convertido en un experto.

Los mecanismos de defensas y reacciones b谩sicas frente a una crisis de identidad (en el nivel colectivo del an谩lisis de la identidad) suelen ser los siguientes: por una parte, encontramos una serie de sujetos que tienden a regresar al estadio anterior a la crisis, mitificado como para铆so perdido donde los sujetos se sienten seguros (aqu铆 el para铆so perdido se convierte en el Otro positivo a imitar); y por otra parte, aparecen una serie de sujetos que tratan de crear un nuevo espacio que proporcione nuevas identificaciones con los Otros m谩s relevantes (nuevos y tradicionales) con el fin de adaptarse a la nueva realidad provocada por el cambio dr谩stico (giro hist贸rico, etc.). Estas dos reacciones b谩sicas en el nivel colectivo se suelen traducir en un campo de batalla entre: a) los que pretenden regresar a f贸rmulas aplicadas en el tiempo anterior (que precedi贸 a la crisis) para volver a imponer esos modelos pasados (en una realidad diferente); y b) los que tratan de adaptarse a las nuevas circunstancias con soluciones nuevas.

A) El intento por un regreso al tiempo anterior cuando las condiciones han cambiado, pueden ser a煤n m谩s devastadoras, pues las consignas que en un tiempo pudieron funcionar, es l贸gico que ya no funcionen en un mundo transformado. Sin embargo, y a pesar de esto, est谩s posturas se producen, y se deben considerar s铆ntomas de la desorientaci贸n producida por el dr谩stico cambio de las identificaciones en la relaci贸n con uno o varios Otros relevantes. Por una parte, vemos que una de las reacciones desde el mundo isl谩mico a la globalizaci贸n -la cual se asocia a la influencia directa y a la imposici贸n del modelo de EEUU, el enemigo infiel a batir- ha sido un regreso a las fuentes sagradas del medioevo, una retirada al estilo de vida del tiempo primordial de los comienzos, aunque parad贸jicamente, Al Qaeda[4] (la expresi贸n m谩s violenta del radicalismo religioso), utilice y se sirva de las nuevas tecnolog铆as para organizarse y preparar los atentados. Por otra parte, en occidente, especialmente a partir de 2008 con la llegada de la crisis econ贸mica, vuelven a resurgir f贸rmulas en pa铆ses y gobiernos altamente europe铆stas como eran Francia y Alemania, pero que han virado hacia posturas nacionalistas para defender principalmente sus intereses, sin mencionar al Reino Unido (que se ha distanciado de la UE) o el caso de Hungr铆a, cuyo gobierno conservador aliado con la ultraderecha a帽ora el viejo imperio h煤ngaro, descuartizado tras la Primera Guerra Mundial en el tratado de Trian贸n. En Espa帽a, por ejemplo, tambi茅n se ha producido un endurecimiento de las posturas nacionalistas, la m谩s reciente desde la fecha en que se redact贸 este art铆culo, en Catalu帽a, donde el CDC, partido del hist贸rico Jordi Pujol, ha revitalizado su objetivo de conseguir (aunque enmascarado ret贸ricamente) la independencia de Catalu帽a (consecuci贸n de un Estado propio).

B) Los que tratan de adaptarse a los nuevos tiempos con soluciones 鈥渘uevas鈥 (sin que esto garantice obviamente el 茅xito). En el caso anterior hemos visto a una parte del mundo isl谩mico reaccionar a la Globalizaci贸n de manera radical (con un retorno al origen), sin embargo al mismo tiempo, hemos presenciado desde 2011 un levantamiento en el mundo isl谩mico hacia la democracia, lo que se ha llamado la Primavera 脕rabe (en el norte de 脕frica y en oriente pr贸ximo), que precisamente tiene su ra铆z en las redes sociales de internet y por la acci贸n de Al Jazeera, canal global pan-谩rabe que ha ejercido gran influencia en dichas revoluciones. Con respecto a la Uni贸n Europea, frente a los euro茅scepticos que pretenden un retorno al tiempo de la CEE (con el mercado com煤n como m谩ximo  valor) tenemos la acci贸n de los eurofederalistas que defienden una mayor integraci贸n de la UE no s贸lo para poder salir de la crisis sino para poder sobrevivir frente a la nueva realidad de competitividad internacional con la consolidaci贸n de nuevas potencias como China e India (Chindia) o Brasil. Los eurofederalistas creen adem谩s que, de haberse hecho antes una integraci贸n m谩s fuerte, la crisis en la UE no hubiera sido tan dura.

5. Conclusiones y cuestiones para el debate

En este art铆culo he observado -desde la 贸ptica de un marco te贸rico enfocado en el estudio de la construcci贸n y transformaci贸n de la identidad- algunas incidencias de los cambios dr谩sticos en la noci贸n de tiempo y espacio (los elementos b谩sicos que sustentan una identidad), y tambi茅n desde esa 贸ptica he observado algunos s铆ntomas de la crisis de identidad global derivada de estas transformaciones surgidas a ra铆z de la revoluci贸n digital. 驴Hasta qu茅 punto? Por crisis de identidad global no se entiende a miles de millones de humanos caminando ciegos como si fueran zombies con los brazos extendidos buscando y tratando de orientarse por el tacto, o guiados por el sonido de voces inspiradoras en alguna parte. Se puede afirmar la existencia de una crisis de identidad global debido a la revoluci贸n digital, hasta el punto de que 茅sta ha producido un cambio profundo en las estructuras b谩sicas de la identidad como son el tiempo y el espacio; y algo que tarda mucho en cambiar como es la mentalidad[5], u otras como las actitudes o la forma de relacionarse, se han visto modificadas dr谩sticamente en muchos aspectos, pero todav铆a no en todos. Obviamente estos cambios en su etapa inicial han provocado desorientaci贸n frente a la nueva realidad (todav铆a no tenemos perspectiva suficiente para valorar las consecuencias finales de esta crisis de identidad, ni siquiera de la revoluci贸n digital, puesto que estamos todav铆a dentro de ella). Luego, si estudi谩ramos caso a caso, individuo a individuo, cada caso presentar谩 sus propias particularidades, sus propios Otros (familia, ideolog铆a, amigos, juegos, diversiones, gustos), etc. Con lo que al mismo tiempo podr铆an confluir dos o m谩s crisis de identidad en un sujeto, seg煤n las circunstancias, por ejemplo: una crisis derivada de causas y circunstancias globales como las que estamos viviendo hoy; y otra, derivada de su propia vida personal. Como se ha visto, este art铆culo no se ha centrado en el nivel individual, sino en el nivel m谩ximo de colectividad que es lo global, un concepto que s贸lo es posible manejarlo gracias a los avances tecnol贸gicos que hacen que el planeta, teniendo las mismas dimensiones, sea ahora 鈥渕谩s peque帽o鈥.

Finalmente concluyo con lo que considero un s铆ntoma m谩s de la crisis de identidad, relacionado con la virtualizaci贸n de la realidad a trav茅s de los mass-media, y me centro en Espa帽a. Lo presento, no como un caso cerrado, sino como un elemento sobre el que reflexionar y debatir en la revista Caracteres, en el hipot茅tico caso de que realmente se llegue a generar alg煤n tipo de debate. La cuesti贸n es que a pesar de vivir (todos) en la era de la informaci贸n, parad贸jicamente, contin煤a la vida regida por la victoria del mito como f贸rmula de explicaci贸n de la realidad. En este sentido, Espa帽a ha experimentado un aumento de la violencia virtual desde los mass-media, que ha rescatado el destructivo mito de las dos Espa帽as, para explicar la situaci贸n de enfrentamiento de la Espa帽a de hoy, un clima que no se ve en la calle a todas horas, sino casi exclusivamente a trav茅s de los medios. 驴Por qu茅? Debe de haber numerosas respuestas para esto. Una de esas podr铆a ser la siguiente:

Observo esta incidencia como un s铆ntoma de la sociedad de la imagen (Kerney, 1994) y del marketing en la que vivimos, donde lo que no se pueda explicar en 20 segundos no sirve de nada. De ah铆 que -en esta l贸gica medi谩tica de las portadas y los titulares, y c贸mo no, las breves notas (o titulares) del Twitter- el mito de las dos Espa帽as encaje perfectamente, porque explica en poco tiempo y desde posturas simplistas, realidades ciertamente complejas a las que un lector en una pantalla de ordenador o de un m贸vil, no tiene ni la paciencia, ni el grado de concentraci贸n para asimilar. En una red saturada de informaci贸n un gran n煤mero de sujetos pueden llegar a sentirse desorientados, ya que no saben de qu茅 fuente fiarse, y al final, adem谩s de generar mayor apat铆a o aumentar el esp铆ritu individualista, lo que parad贸jicamente vence en la sociedad de la imagen y la informaci贸n, es el mito (si hablamos de cultura); el titular (si hablamos de mass-media) o la imagen de marca (si hablamos de marketing). Desde este punto de vista da la sensaci贸n de que no hemos cambiado tanto.

Bibliograf铆a

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Reinares, Fernando (2011). 鈥溍墄itos y fracasos de al-Qaeda: una reflexi贸n sobre los resultados del terrorismo global a diez a帽os del 11-S鈥. Real Instituto Elcano, 6.9.2011, ARI 126/2011.

Riggins, Stephen Harold (1997). The Language and Politics of Exclusion: Others in discourse. Thousand Oaks: Sage


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Notas:    (↵ regresa al texto)

  1. El autor agradece a la Fundaci贸n Anna O la colaboraci贸n prestada en el estudio de la identidad.
  2. El inter茅s por el estudio de la identidad ha ido en aumento en las 煤ltimas d茅cadas en todas las disciplinas de las ciencias sociales. Seg煤n Gilligan (2007), de acuerdo con la IBSS (International Bibliography of Social Sciences), de toda la bibliograf铆a publicada en 1970 (en ingl茅s), el 0鈥1% conten铆a la palabra identity; en 1990 el 0鈥4%, y en 1999 el 0鈥9%. Una variada exposici贸n y puesta al d铆a de estudios sobre la identidad desde diferentes disciplinas en: Esparza (2010: 29-53).
  3. Sobre saturaci贸n de informaci贸n en los albores de la revoluci贸n digital, v茅ase: Gergen (1991).
  4. M谩s informaci贸n sobre los fracasos de Al-Qaeda y el da帽o que le ha hecho a la causa isl谩mica, en Fernando Reinares (2011).
  5. V茅ase Fernand Braudel (1970) en su trinitaria divisi贸n del tiempo hist贸rico, el correspondiente a la larga duraci贸n hist贸rica: el tiempo de la estructuras y las mentalidades.

Caracteres. Estudios culturales y cr铆ticos de la esfera digital | ISSN: 2254-4496 | Salamanca