A estas alturas de la película pretender que no hay un buen puñado de lectores esperando leer la nueva novela de Juan Gómez Jurado sería un tanto iluso. Correspondería, además, introducir las habituales diatribas sobre el best-seller, término -todo sea dicho- bastante denostado, aunque no conozco a ningún escritor sincero que no estuviera encantado de vender libros como churros.