Archivos de la categoría Ciencia y progreso

El gran error de la Research Works Act

Es probable que no sepas exactamente qué es eso de la Research Works Act porque, al fin y al cabo, es una cuestión completamente regional para EE.UU. El problema reside en que, como con tantas otras cosas, lo que es una cuestión específica de ese país acaba repercutiendo, guste o no, en muchos de nosotros. Se trata de una propuesta promovida por congresistas con fuertes apoyos financieros desde grupos editoriales para cambiar los derechos de difusión de la información de investigaciones científicas, incluso de las pagadas con dinero público.

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Sinestesias ciborg

El hombre postorgánico, el ciborg, el tecnodependiente de la prótesis… los nombres son muchos, pero el ser humano depende desde tiempos inmemoriales de lo protésico para garantizar su progreso y supervivencia como vía para superar sus limitaciones animales e incluso intelectivas, es decir, orgánicas.

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Opinión: Stylus para pantalla capacitiva

A raíz de los apuntes que publiqué ayer sobre escritura, caligrafía e interfaces táctiles, algún colega me ha preguntado si stylus como el que salía en una de las fotografías (el Bamboo de Wacom) funcionan.

Stylus de Wacom para iPad
Dibujando sobre iPad empleando un stylus específico.

De hecho, yo tengo ese mismo modelo, y funcionar sí funciona. No consigue ofrecer una experiencia de escritura tan fina como la de una pantalla resistiva y un stylus de plástico más tradicional. No me extenderé en las diferencias técnicas entre pantallas táctiles, porque se puede leer en el campo conceptual de Caracteres, pero si tengo que escribir sigo sintiéndome más cómodo con ese tipo de pantallas, aunque «fluyen» menos. Me explico: una pantalla resistiva tiene cierto lag en el dibujo del trazo, pero al usar un stylus fino se escribe más fluido; en una capacitiva esta agilidad en la escritura no es tan fácil de conseguir, aunque tiene muchas más ventajas en la mayoría de los entornos de uso y da más calidad de imagen.

Con todo, es mejor que usar el dedo: no se ensucia la pantalla, con algo de práctica se traza muy bien, y al final da buen resultado, pero hay cierta curva de aprendizaje. Usando el iPad sobre un atril, por ejemplo, es cómodo, y si hay que escribir, como lápiz que es, hace que nos tapemos menos la pantalla que si usáramos directamente el dedo. Lo recomiendo, pero no al precio -un tanto abusivo, en mi opinión- que suelen tener estos productos. Eso sí, he probado varios modelos, y este es el que mejor me ha parecido.

Plumas en la era del stylus

No es que vaya a ponerme a garabatear con un cálamo egipcio, a estas alturas, y menos como defensor de la revolución tecnológica que supuso el bolígrafo, pero el toque retro en ocasiones puede ser interesante. Por otro lado, lo cierto es que dudo bastante que en algún momento me entren ganas de regresar a los teclados de goma de los viejos ordenadores de 8 bits. Volviendo al papel, lo cierto es que tanto los lápices en producción masiva para llevar el grafito a todo el mundo, como las plumas estilográficas luego (y sus fuertes herederos en forma del bolígrafo), fueron grandes revoluciones en la escritura, todas ellas sobre el soporte físico del lienzo, fuera este papel, papiro, tela o cualquier otra superficie más o menos apta para permitir la conservación de la letra escrita. Sigue leyendo Plumas en la era del stylus