La acotación, la didascalia, es un componente ya intrínseco al lenguaje teatral, al discurso guionizado que paratextualmente -e intratextualmente al mismo tiempo- aporta las claves esenciales de codificación de la acción en escena. Sus mensajes están destinados a los actores, a los directores de escena, que van a trazar la interpretación necesaria de las palabras mediante las claves de descodificación que la acotación aporta. El código informático puede ser prolijo también en estas acotaciones.