Hasta hace poco tiempo la Web proporcionaba información unilateralmente. Por un lado estaban las grandes empresas e instituciones, que eran las que poseían espacio en la red y, por otro, los usuarios, en actitud receptora y pasiva. Sin embargo esta tendencia, afortunadamente, está cambiando. Es el movimiento denominado Web 2.0, en el que es el ciudadano de la calle el que suerte de contenidos al ciudadano. Se trata de un entorno más humano donde la red, Internet, se convierte en lo que tiene que ser: un utensilio al servicio de la humanidad.
Alfonso Vázquez Atochero, Ciberantropología: Cultura 2.0
El blog no tiene temporalidad cerrada, se está continuamente escribiendo, en un juego interactivo donde la capacidad de respuesta del interlocutor en cierto modo amenaza las posibilidades creativas de ese espacio. Es destacable este carácter de “continuum” del blog en el tiempo y en su espacio concreto que es Internet, que es el lugar, para definirlo de una manera precisa y suspicaz, donde todo se actualiza constantemente: toda la información, la cultura y la doxa (espacio éste último que podría atribuirse a los foros, chats, y, en última instancia, a los blogs).