La resolución de flujos de trabajos en la nube es la vía de desarrollo de muchos programas en la actualidad, incluso en aquellos casos en los que las compañías responsables de los mismos son las mismas que firman sistemas operativos concebidos para instalarse en ordenadores tradicionales. El movimiento tiene sentido desde el punto de vista empresarial, ya que facilita el control sobre el uso sin licencia del software, aporta nuevos modelos de negocio (como la publicidad integrada) y permite un control férreo sobre las acciones de los usuarios.
No puede extrañarnos, por tanto, que haya tanto defensores como detractores de este tipo de software ejecutado desde aplicaciones web. Para el usuario lo más importante radica en una supuesta facilitad de uso (aunque muchas veces esto es terriblemente cuestionable) y la actualización de servicios sin estar pendientes de descargas adicionales. Con todo, además de depender de una conexión permanente a internet, otro inconveniente importante está en que muchas veces los resultados obtenidos con ese software siguen estando por debajo de lo que se puede conseguir con un software instalado en el ordenador y que seguimos considerando, por tanto, «completo».
La producción de libros digitales ha ido sumando propuestas de software, tanto libre como profesionalizado, en los últimos años, aunque quizá sin la fuerza necesaria como para constituirse como un formato pleno que facilite la distribución de textos en ese formato con la misma seguridad con la que enviamos un PDF o un archivo de Word.
Nosotros vamos a centrarnos ahora en la producción de documentos en formato de libro digital en la red. Lo cierto es que hay varias propuestas que llevan tiempo prometiéndolo, pidiendo a los interesados que envíen una solicitud de invitaciones. En algún caso llevo dos años recibiendo periódicamente un e-mail informándome de retrasos en el lanzamiento de la versión de prueba de la plataforma. El caso de Byeink, que se ha presentado -entre otros lugares- en el seminario E-Lectra que tuvo lugar en la Universidad de Salamanca, ha superado claramente ese primer obstáculo: está en marcha y es operativa, aunque todavía nos pide que solicitemos una invitación para poder probar sus servicios. A continuación tenéis un vídeo que ilustra su funcionamiento:
Yo tuve la suerte de recibir la invitación hace una semanas y he hecho algunas pruebas con el sistema y lo cierto es que he obtenido resultados muy positivos, comparables a lo que había conseguido con aplicaciones instaladas en mi ordenador. El texto conviene producirlo antes en un editor de textos estándar, e introducir ahí ya la marcación básica, es decir, la negrita, la cursiva y todo lo demás.
Una vez estamos en la web, es fácil producir un texto con la información básica (título, autor) y la adicional que consideremos necesaria (ISBN, licencia de derechos…) y una portada personalizada (una imagen). Al pasar a la producción en sí del archivo de texto, la estructura por capítulos resulta ágil y el menú nos permite organizar los capítulos si necesitamos cambiar el orden de los mismos simplemente moviéndolos, sin tener que pasar por menús de texto que son siempre un poco farragosos. La experiencia de uso puede variar un poco según el navegador, y en estos momentos me atrevería a decir que Firefox es la opción más apropiada para disfrutar del sistema, algo que me corroboraron los responsables de la plataforma.
Con el archivo listo, debemos pasar a un menú nuevo en el que decidimos en qué formato queremos el archivo: mobi (apto para muchos lectores, especialmente el Kindle) o ePub (apto para otros tantos, especialmente el iPad) y podemos bajarnos una versión de prueba para comprobar cómo se ve en el dispositivo. En el futuro parece que se va a integrar un sistema de envío automático por correo electrónico, aunque por ahora este botón no funciona.
Es importante entender que este sistema nos da los archivos listos para su distribución como nos guste más, pero no es una plataforma de publicación directa ni en la tienda de Amazon ni en la de Apple. Está bien preparada para todo ello, y gracias a la integración de la identificación por ISBN se presenta como una interesante opción para editoriales que quieran pasar sus textos a digital sin recurrir a los -mal planteados- archivos en PDF. Es decir, se trata de un sistema de conversión/producción de libros que, además, nos permite venderlos mediante PayPal por nuestra propia cuenta si así lo deseamos, pero no se trata de una plataforma que nos dé acceso directo a las tiendas digitales de referencia: esa ya es labor nuestra.
De esta manera, podemos integrarlo fácilmente en cualquier web, en Facebook o Twitter, y dirigir a los futuros lectores a un sistema de monetización que nos permita obtener rendimiento del trabajo realizado.
En cuanto al sistema de edición, la estructura de composición de los libros digitales sigue carente de funciones que son necesarias dentro de la edición de textos formales académicos como parte de un sistema plenamente definido y normalizado, aunque esto atañe, insistimos, al formato en sí mismo, que no aborda de manera eficiente elementos como las notas (aunque el ePub puede integrar notas flotantes, siempre y cuando el lector esté capacitado para ellas), el tratamiento de bibliografías, y una estructura de subcapítulos. Quienes han trabajado con el formato saben que todos esos problemas, si es que realmente lo son, se pueden solventar, pero se echa en falta que las herramientas de producción de libros digitales lo aborden de una manera más simple y directa, tal y como se hace en un procesador de textos estándar.
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