elicitemos hoy a Facebook, está de cumpleaños. Se cumplen 10 años desde que apareció para quedarse entre nosotros. Y eso que le quedan 3 años para desaparecer, como opina la Fundación de Software Libre de Europa, así que parece que debe aprovechar. Que la vida son dos días y estas estadísticas no suelen fallar #ironymodeon
El caso es que no podemos negar que esta red social ha sido importante, al menos para un segmento de edad concreto. Leyendo sobre esta noticia me he estado sorprendiendo recordando otros medios de comunicación que ya tenía olvidados, como por ejemplo, el maravilloso ICQ, tan complejo y tan simple, o el siempre añorado chat del messenger y sus estados con lo que empezamos a tuitear sin saber lo que era.
Por mi parte, y es solo una reflexión de alguien que trabaja con jóvenes, veo una gran diferencia generacional en el modo de interrelacionarse, lógico y muchas veces necesario. Podría hacer un excursus sobre la libertad en aquellos años de salvajismo de los 90, en los que literalmente nos echaban a la calle hasta la hora de la cena, a jugar al fútbol, al streetfighter o simplemente a tirar la tarde como buenamente pudiéramos. Una sociedad distinta, más libre, no sé, pero sí más conectada con otros códigos bien distintos, aunque sin duda enfocados a propósitos similares.
Hoy en día se cultivan relaciones personales en otros términos y con otra conciencia de lo que es la vida personal, lo que algunos han denominado la extimidad. Lo que no podemos negar es que todavía estamos aprendiendo a manejarnos en esta esfera, que hace extraños compañeros de cama, literal y no literalmente.
El tratamiento de la información que han provocado estas redes sociales han rebajado la manipulación y la propaganda a niveles utilitarios y de carácter doméstico por primera vez en la historia. Han creado profesiones nuevas de la mano de aquellos que quieren satisfacer sus ansias de creatividad y protagonismo posibilitándoles cobrar por ello, por puro ars gratia artis, dejando incluso que se los coma el león de la Metro-Goldwyn-Mayer cuando a alguno de ellos se le va la mano con los medios y la popularidad. También han facilitado a la plebe un concepto tan vacuo como es la gestión de la imagen de personas que antes no sabían lo que era un estilista, y algunas siguen sin saberlo.
Bromas a parte, felicitemos el cumpleaños a FB, porque para bien o para mal, nos guste o no nos guste, hay que reconocer que nos ha cambiado un poquito, aunque solo sea para intentar que salgamos más guapos en las fotos.