El scam académico
Lo que percibimos no es siempre un reflejo directo de la realidad; de hecho, habrá quien oportunamente señale que la relación entre lo percibido y lo real puede estar muy distanciada en una gran mayoría de casos. Sea como fuere, en el último año parecen haber aflorado los intentos de estafa en el ámbito académico; pero como son en internet todo el mundo se refiere a ellos con el término inglés scam, que nosotros dejamos de lado a partir de ahora. La ventaja es que a poco que alguien busque información sobre este tipo de estafa va a encontrar diversos blogs de veteranos investigadores que advierten sobre este hecho y dan varios consejos sobre cómo evitar que caigamos en su trampa. Es algo que los jóvenes investigadores, doctorandos o doctores recientes, deben tener muy en cuenta pues son quienes más fácilmente pueden ser engañados por las presiones de los sistemas de acreditación y evaluación (pretendidamente objetivos, pero basados más bien en medir al peso la calidad sin evaluar realmente esa calidad) para intentar tener una mínima opción de futuro en el campo de investigación para el que tan duramente se han formado.
No debemos engañarnos tampoco por una percepción errónea: este tipo de estafa no se limita solo al mundo anglosajón. En los últimos meses varios investigadores de nuestro ámbito han recibido propuestas de publicaciones y conferencias que eran, efectivamente, estafas académicas y que seguían muchos de los patrones sobre los que se advierte de manera habitual. Sin ánimo de repetir los consejos dados por otros, nos parece oportuno remitir a los interesados a un texto publicado por la Universidad de Bristol <http://www.cs.bris.ac.uk/Teaching/learning/junk.conferences.html> donde se identifican varias de las claves necesarias para detectar este tipo de situaciones en congresos. Por supuesto, muchas de esas claves, además, se pueden extrapolar sin problemas a las publicaciones (además de exponer un caso en el párrafo final de ese documento).
Ante una situación como esta, que parece estar agravándose, hay dos caminos a seguir y nosotros optamos por el honesto. Como revista académica en línea, abierta y gratuita que, además, es independiente de instituciones académicas, solo podemos reforzar nuestros pilares y valores fundamentales. Año a año la publicación se consolida, sí, pero este tipo estafas perjudica no solo a los investigadores afectados directamente por una de sus trampas, sino también a los proyectos que están todavía en fases tempranas y que pueden fracasar o peligrar por las lógicas suspicacias que pueden surgir ante la sospecha. La investigación debe tener en la honestidad y la transparencia dos de sus valores más destacados y este tipo de estafas perjudican los ideales que se persiguen.
Esta es una de las razones por las que desde Caracteres seguimos trabajando para la indexación y catalogación de la revista por diferentes organismos e instituciones internacionales. Ya no es solo una cuestión de que se reconozca una calidad o que se garantice un cierto valor a la hora de que se sume una línea más en el currículo de un investigador, sino de que haya una presencia consolidada y respaldada en ámbitos externos a los de las propias publicaciones que despejen toda duda sobre las mismas.
En todo caso, resulta evidente que la mejor manera de evitar estas estafas pasa por revisar los criterios que se aplican a los investigadores, que ya desde los primeros años de su carrera se enfrentan a evaluaciones y exigencias muy superiores a las que han tenido que pasar sus predecesores y que no se justifican simplemente con conceptos tan sobreexplotados y mal orientados que se han vaciado de todo significado coherente, como “competitividad”. Los criterios de evaluación de la calidad de la investigación siguen sin atender realmente a la calidad y la cuantificación de los esfuerzos y la producción intelectual se barema con criterios volubles (y muchas veces poco claros) que se escudan tras un argumentario que orbita en torno a la objetividad pero que poco se acerca a esta.
La creación de un monográfico
Este número de Caracteres. Estudios culturales y críticos de la esfera digital representa nuestro primer monográfico, que ha coordinado Álvaro Llosa Sanz, tal y como adelantábamos en el editorial del anterior número de la revista. Este monográfico lleva por título Universos transmedia y convergencias narrativas/Transmedia Universes and Narrative Convergences. Podemos celebrar muy especialmente no solo que hayamos llegado al tercer año de la revista con unas cifras de alcance y distribución que consideramos muy positivas, sino también el éxito de la petición de artículos de este monográfico.
Como publicación académica todavía joven y en continuo proceso de aprendizaje los editores de Caracteres podemos afirmar que hemos aprendido mucho durante todo el proceso de creación de este número, que ha supuesto grandes retos para la revista. Se trata del número más extenso que hemos publicado hasta el momento gracias a la gran cantidad de artículos recibidos. El proceso de evaluación ha demostrado ser más complejo y largo que nunca, pero gracias a la colaboración de la red de evaluadores, el consejo editorial y el consejo científico, se ha logrado realizar una selección representativa de los diferentes campos de estudio que abre un monográfico como el que se proponía. El objetivo, bien orientado por Álvaro Llosa, ha sido siempre mantener la línea de pensamiento de todos los autores para presentar perspectivas novedosas y abrir nuevos horizontes.
Además, varios de los artículos han mostrado su carácter atrevido y arriesgado ya desde el proceso de arbitraje, por lo que confiamos en que abran líneas de debate en sus respectivos campos de estudio, que no son pocos. La preocupación por el universo transmedia se refleja en este número como una cuestión profundamente interdisciplinar que cubre en su convergencia de medios y modos de contar numerosos recorridos trasversales que viajan desde la narrativa en su concepción tradicional literaria hasta los cómics, los videojuegos, la fotografía, el cine, el periodismo, la e-literatura, o la realidad aumentada y el internet de las cosas; desde el libro como soporte descentralizado hasta el universo del blog, las redes sociales, o la configuración social y personal del cibercuerpo; desde las experiencias viajeras personales, la aparición del héroe como personaje transmediático, la poética transmedia en la ficción, o la creación histórica del escribano autómata hasta el nacimiento del ciberdrama y la elaboración virtual de la imagen política nacional; desde la discusión del concepto mismo de transmedia, o la perspectiva de una literatura electrónica como análisis psicológico ejercido mediante actos de escrilectura hasta el estudio de la afectividad colectiva en las comunidades virtuales y el impacto de los nuevos hábitos de lectura y la alfabetización tecnológica en la educación y la brecha social. Estas apuestas definitivamente arriesgadas por parte de los autores, desde el artículo-marco inicial que firma Vicente Luis Mora hasta el texto de cierre, un broche que aporta Fernando Broncano en memoria de José Luis de Brea, componen una visión actual y en continuo proceso de los estudios transmediáticos, sin complejos de abordar sus límites y expansiones.
Vaya, en definitiva, desde aquí nuestra gratitud a Álvaro por todo su trabajo en la coordinación y gestión, además del apoyo en las tareas duras y tediosas que conlleva todo trabajo de edición. Desde que se empezó a gestar este monográfico hasta el último momento de trabajo dedicado al mismo, sus aportaciones han sido siempre esenciales para conseguir llevar a buen puerto este proyecto.
Caracteres tiene entre manos varios proyectos para futuros monográficos que están siendo evaluados para años venideros, pero la línea de la revista va a seguir siendo la misma trazada hasta el momento: una publicación académica abierta todo el año a la recepción de colaboraciones que exploren los ámbitos de intersección entre las diferentes tecnologías y las Humanidades y las Ciencias Sociales sin restricciones temáticas. Esta línea de trabajo no debe verse alterada por la gestación de futuros monográficos que, siempre con carácter excepcional, se convoquen desde la revista con la intención de potenciar áreas de investigación concretas dentro de un ámbito de estudio tan rico, variado y en alza como el que cubre la revista. Por supuesto, ya estamos trabajando en el próximo número, que se publicará en el mes de noviembre de 2014, por lo que todos los investigadores que quieran participar con artículos de investigación, de divulgación o reseñas pueden enviar sus colaboraciones con normalidad. La hoja de estilo y la normativa de la revista se pueden encontrar, como siempre, en nuestra página web <http://revistacaracteres.net/normativa/>, tanto en español como en inglés.
Los editores de Caracteres.
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