The Spanish literary criticism versus the new media and change
Genara Pulido Tirado (Universidad de Jaén)
ArtÃculo recibido: 23-9-2012 | ArtÃculo aceptado: 25-10-2012
ABSTRACT: The topic that I’m going to try here deals with the controversy that arises from the publication of the Babelia supplement on the current status of literary criticism, a situation defined by the crisis before the irruption of new media like the internet and the specialized blogs. I have collected and analyzed the collaborations listed in the monograph, the background of this controversy, the echo that it had and continues to have; also discussed the specificity of the blog and the function that you are taking and you can have for the literary criticism of the immediate future. My theory is that blogs can be a great way to exercise a literary criticism immediate and universal, but this may be missing a time and the realization that, regardless of the medium in which it appears, the criticism should be independent, fair and measured both in its tone, style and content. In the end, professionalism compared to arbitrariness.
RESUMEN: El tema que voy a tratar aquà versa sobre la polémica que surge a partir de la publicación del suplemento Babelia sobre la situación actual de la crÃtica literaria, situación definida por la crisis ante la irrupción de nuevos medios como internet y los blogs especializados. He recogido y analizado las colaboraciones recogidas en el monográfico, los antecedentes de esta polémica, el eco que tuvo y sigue teniendo; analizo también la especificidad del blog y la función que está teniendo y puede tener para la crÃtica literaria de un futuro inmediato. Mi teorÃa es que los blogs pueden llegar a constituir un magnÃfico medio para ejercer una crÃtica literaria inmediata y universal, pero para ello tal vez falte un tiempo y la conciencia de que, independientemente del medio en que aparezca, la crÃtica debe ser independiente, justa y comedida tanto en su tono y estilo como en su contenido. En definitiva, profesionalidad frente a arbitrariedad.
KEYWORDS: critique of criticism, crisis, internet, literary supplements, blogs
PALABRAS CLAVE: crÃtica de la crÃtica, crisis, internet, suplementos literarios, blogs
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1. Inicio y planteamiento de una polémica
Es frecuente que, de forma periódica y, en ocasiones con una frecuencia alarmante, se hable en España de la crisis de la crÃtica literaria que se produce en nuestro paÃs (y de paso, la literatura también se cuestiona). En el año 2000-01 publicaba yo un ensayo sobre la oposición y contraposición de crÃtica militante frente a crÃtica académica y la necesidad de que surgiera una nueva crÃtica literaria que cogiera lo mejor de ambas tendencias. Sin embargo, la palabra crisis y la polémica surgen de nuevo hace unos meses, cuando el suplemento Babelia del diario El PaÃs (26/11/2011), a raÃz de las dos últimas publicaciones del siempre polémico Harold Bloom y la entrevista que le realiza el colombiano y responsable de libros de Babelia, Winston Manrique, entrevista que abre el número monográfico.
Cabe aclarar que esta crisis se manifiesta de manera muy particular, pues su origen está en un autor norteamericano, los colaboradores del número monográfico de Babelia son españoles y de otras nacionalidades, y los artÃculos seleccionados para describir la situación de la crÃtica no son españoles. Es como si recurrir, en un mundo global, a crÃticos de distintos puntos geográficos (europeos y norte e hispanoamericanos), constituyera una obligación a la par que una lección: esto no pasa en estos medios que gozan de prestigio internacional, aquà en España tampoco deberÃa pasar; o bien, también pasa en otros paÃses, lo que se debe interpretar como un signo de los tiempos.
Winston Manrique Sabogal es el encargado de entrevistar a Bloom tras la llegada a España de su obra la AnatomÃa de la influencia. La literatura como modo de vida (2011), en la que se centran, pero también La escuela de Wallace Stevens. Un perfil de la poesÃa estadounidense contemporánea (2011). El tÃtulo de la entrevista nos recuerda algo que no hemos olvidado “Canonizadorâ€, esto es, a pesar de las abundantes obras de Bloom fue El canon occidental (1994) el que más polémica creó a nivel mundial, o, al menos, en la cultura occidental. Manrique realiza una introducción breve: “Harold Bloom habla sobre su legado como crÃtico literario en AnatomÃa de la influencia. El gran divulgador abre un debate, planteado por Babelia, sobre la crisis de la crÃtica. Insiste en la necesidad de conocer a los clásicos para juzgar a los autores de hoy†(Manrique Sabogal, 2001a). Bloom ofrece en la entrevista todas las ideas expuestas en El canon occidental más algunas que surgen con posterioridad a la aparición de esta obra de referencia y que tienen un valor enorme, como son la presencia y extensión de Internet en el ámbito de la creación y los estudios literarios:
Le voy a contar un episodio: hace 10 años remodelaron el Museo Británico y me llamaron porque habÃa un acto donde se iba a hablar de la manera como los computadores transformaban el libro. Entonces pregunté qué tenÃa yo que ver. Me dijeron que era para que defendiera el libro. Mi respuesta fue que no habÃa necesidad de defenderlo porque no era un dinosaurio extinguido. Aunque es verdad que hoy la desinformación no se distingue de la información. Lo que hay que hacer es cuestionar toda la información, venga de donde venga, porque los jóvenes son adictos a la televisión e Internet y son prisioneros de esa realidad virtual. El exceso de la vida a través de tantas pantallas, televisión, computador, cine, móviles y demás, corre el riesgo de acabar con los daimones, con la posibilidad de inspiración y pensamiento. Hemos entrado en la magnificencia de la realidad virtual. Cervantes con el Quijote es un buen ejemplo de ello. Es una profecÃa que se está cumpliendo porque Sancho y él tenÃan realidades distintas. (Manrique Sabogal, 2011a)
El mismo Winston Manrique se ocupa de realizar el reportaje “RadiografÃa de la crÃtica literariaâ€, subtitulado: “ni golpear, ni babearâ€, lo que parece aludir a que el crÃtico debe ser objetivo y no despreciar las obras literarias, pero tampoco caer presa del encanto que encuentre en algunas. La introducción expone de nuevo claramente sus intenciones:
Al aura polémica y de crisis casi connaturales de la crÃtica literaria se suma la pluralidad de espacios en la Red y tecnologÃas emergentes sobre cómo ejercerla y divulgarla. El juego es el mismo, las reglas apenas han cambiado, pero los tableros son otros; y un jugador pugna por ganar protagonismo: el lector anónimo y el personaje o famoso de turno./ La crisis económica y el avance del mundo dual, analógico y digital remueven los pilares de la crÃtica literaria. Sobre su estado reflexionan 22 crÃticos y directores de los suplementos literarios más prestigiosos de Europa, Estados Unidos, América Latina y España. Un debate coral que invita al análisis y entabla un diálogo con los lectores. (Manrique Sandoval, 2011b)
Los apartados en los que se divide esta “AnatomÃa de la crÃtica†son: I Función de la crÃtica, II Situación y diagnóstico, III Virtudes y defectos, IV El papel de los medios, V DesafÃos del nuevo paisaje, VI ¿Un punto de referencia en el ciberespacio?, VII Influencia y poder en jaque, VIII Democratización en la red. Consciente de que existe un doble ámbito (en papel, virtual) en el que plantear el problema, el reportaje lo presenta Winston Manrique (2011b) de tres maneras complementarias pero no excluyentes: en la edición impresa se incluyen nueve temas con las respuestas que considera más clarificadoras, en la edición digital se atiende a los lectores, esto es, receptores que pueden interactuar a raÃz de la lectura del texto, y finalmente los lectores pueden seguir mostrando sus opiniones en el Blog de Babelia “Papeles perdidosâ€
Los crÃticos a los que se alude pertenecen a paÃses y medios muy distintos, pero la función elemental de la crÃtica literaria (con propiedad, se alude a la reseña crÃtica sobre todo) se señala claramente al final:
Reglas para una crÃtica equilibrada
1. Situar al autor, decir quién es y lo que representa el libro en su obra.
2. Ubicar el libro y juzgarlo con la perspectiva de una larga tradición literaria.
3. Argumentos razonados y con ejemplos para que el lector pueda comprender y evaluar.
4. Informar, educar y entretener.
5. Poca sinopsis y trama.
6. Informar sobre el estilo, el significado y la carga simbólica del libro.
7. Decir lo que piensa el autor sobre el tema del libro.
8. Decir lo que el crÃtico piensa sobre lo que el autor del libro dice sobre el tema del libro.
9. Ni golpear ni babear, una opinión ponderada y una fundamentación mesurada son más convincentes que un exabrupto.
10. Prohibir los adjetivos publicitarios, quien debe concluirlos es el lector. (Ramón Sabogal, 2011b)
Ante esta empÃrica receta cabe retomar la concepción de la crÃtica de Bloom que en ocasiones nos recuerda algunos de los postulados del español Dámaso Alonso: “Estoy cansado de que me pregunten por otras personas, solo ha generado problemas y peleas. El arte de la crÃtica literaria de nuestra época es, como digo en el libro, leer, releer, descubrir, evaluar, apreciar. Porque aunque la crÃtica no puede invertir el declive de la cultura podrÃa dar testimonio de ella.†(Manrique Sabogal, 2011a).
Frente al conservadurismo y reticencias de Bloom y otros crÃticos, en el “Reportaje†el panorama se vuelve plural y los 22 crÃticos elegidos, con alguna excepción, no ignoran que estamos viviendo nuevos tiempos en los que aparecen nuevos medios y que por tanto la crÃtica tendrá que adaptarse a ellos, medios que conllevan que la crÃtica literaria llegue a un número de lectores mayor y que los mismos lectores puedan intervenir por la interactividad del medio. Aunque las ideas y puntualizaciones son abundantes, pues se pide la opinión de un buen número de crÃticos, de todas ellas se pueden extraer unas ideas comunes:
1. Cada vez se dedica menos espacio a la crÃtica literaria en los medios, ya que se atiende a las directrices del mercado en aras de la calidad: mercantilización.
2. La crÃtica que se ejerce esta falta de independencia, valentÃa, compromiso, rigor y profundidad: carácter tendencioso y amiguismo.
3. La crÃtica literaria ha perdido su influencia en un momento histórico en el que proliferan la sobreinformación y la variedad de canales: insignificancia.
Estos tres elementos serán los definitorios de la crisis de la crÃtica literaria. Ahora bien, los trabajos que aparecen en el monográfico de Babelia presentan un carácter distinto que a veces contradice el que parece que es el fin del debate. Martini ha sabido ver el problema con suma lucidez:
Las transformaciones que sacudieron el siglo XX y que hacen del siglo XXI un laboratorio infinito de exploración virtual están dejando sin objeto a la crÃtica literaria. La reivindicación de su independencia y un discurso cada dÃa más crÃptico la pusieron en un callejón sin salida. Hoy la crÃtica intenta recuperar la función que la definÃa como una articulación entre la obra y el lector, función que en general rechazaba indigna, y busca ponerse a salvo de la progresiva desaparición de las páginas que la albergaban en los periódicos. / Ha intentado también, la crÃtica, entre otras pruebas que no dan buenos resultados, reunir la figura del crÃtico académico con la del crÃtico periodÃstico, o dicho de otra manera transferirle la función a la academia a cambio de una poda de oscurantismo. Pero la época parece estar poniendo en sus últimos tramos la historia de la literatura tal como la conocemos y esas novelas en cuestión o esos poemas a la deriva ya no constituyen un objeto preciado al cual entrarle para descuartizarlo a gusto o para consagrarlo arbitrariamente, que es el juego que mejor aprendió a jugar. (Martini, 2011)
Colm TóibÃn, en “Devotos de la palabra escritaâ€, hace una asombrosa confesión: “Existe ahora una sensación placentera de que somos una raza en extinción. Yo escribo a mano y uso tinta. Me siento en una habitación solo y en silencio, y trabajo de la misma forma en que han trabajado los escritores durante muchos siglos. Escribo para los lectores, pero yo mismo también soy un lector†(TóibÃn, 2001). No deja de alabar el trabajo riguroso que desempeñan los crÃticos, en Estados Unidos, en The New York Review of Books y, en el Reino Unido, en The London Review of Books y The Times Literary Supplement. Lo que Tóibin no llega a plantearse es que el cambio de medio (en su caso escritura a mano y con tinta) a Internet no tiene por qué conllevar sistemáticamente una pérdida de la calidad. Tampoco alude al secretario que debe pasar sus notas a un procesador de textos para que le sean publicadas, pues si las editoriales no aceptan ya manuscritos escritos con máquina de escribir mucho menos van a aceptar los escritos a mano. Este autor se siente perteneciente a una minorÃa que, frente a los bárbaros, esto es, usuarios de nuevas tecnologÃas, sobrevivirá pese a todo. Para ver la larga trayectoria de este escritor-crÃtico ver su página web porque sÃ, la tiene.
La entrevista al escritor y crÃtico alemán, realizada por Juan Gómez, recoge en su tÃtulo las ideas principales de Reich-Ranicki, otro hacedor de cánones que no han gozado de la difusión del canon de Bloom. El tÃtulo de la entrevista es “Falta independencia, potencia y provocación†(2011). La entrevista se realiza por correo electrónico y el crÃtico ha tenido un programa sobre literatura en televisión: “El cuarteto literarioâ€. Escéptico y decepcionado con la crÃtica literaria y las funciones sociales o culturales que tiene y deberÃa ejercer, sólo ve positivo el progresivo conocimiento y entrada en escena de la literatura mundial. Conocedor de que la crÃtica literaria ha perdido influencia no se decanta por la función de realizar una reseña o bien facilitar al lector de los criterios de valoración y que él decida, ambas cosas proceden a su juicio. En español tenemos la obra Los abogados de la literatura (2006), que da buena fe de las ideas del veterano autor.
“La lección†la imparte David Lodge, quien resalta el viejo dilema entre la crÃtica periodÃstica, inmediata, y la crÃtica académica, erudita, no sin lamentar su alejamiento. Justicia y honestidad debe tener el crÃtico, y además
No aprovechar la ocasión para hacer polÃtica literaria, hacer un favor a un amigo, lograr vengarse por algún desprecio del pasado o demostrar que uno es más listo que el escritor reseñado. Las propias opiniones sobre la obra, ya sean positivas o negativas, deben estar respaldadas por argumentos y ejemplos que el lector pueda comprender y evaluar. A la hora de informar, orientar, valorar o jerarquizar las obras de entre las miles que se publican, uno puede hacer algunas de esas cosas siendo inteligente y elocuente. (Lodge, 2011)
Como Anexo se proporciona la lista de los crÃticos entrevistados y se adscriben a sus respectivos medios, a la par que se reproducen sus entrevistas in extenso.
2. Base y desarrollo de la polémica
Cabe preguntarse por qué el diario El PaÃs decide ofrecer un monográfico de su revista cultural Babelia a la situación de la crÃtica literaria tomando como base una entrevista a raÃz de la aparición en España de dos obras de Harold Bloom y dos breves artÃculos a escritores y crÃticos no españoles realizando de esta manera un notable esfuerzo de sistematización al recoger la opinión de 22 crÃticos a una serie de cuestiones planteadas que son las que parecen que han de discutirse a finales de 2011 para llegar al meollo de la cuestión. Ni que decir tiene que recoger la situación de los paÃses occidentales responde a las necesidades de la globalización que se extiende, aunque globalización no es equivalente a uniformidad. Se ofrece también la posibilidad de comparar la crÃtica literaria española con la de otros paÃses, pero no toda la crÃtica literaria, ahora la cuestión queda reducida a lo que llamé hace tiempo crÃtica militante o inmediata (Pulido Tirado, 2000-01), la crÃtica académica rara vez se menciona, y cuando se hace, es para criticar su enrevesada terminologÃa y situarla en el reducido cÃrculo de los autores académicos.
¿Qué ha pasado desde el año 2000 al 2011? Que el avance de Internet ha hecho no sólo que los clásicos suplementos de publicaciones periódicas, tras ser publicadas en papel, pasen a la web, sino que aparece un nuevo fenómeno que hace que la crÃtica sea aún más independiente, interactiva y rápida: los blogs. Ni que decir tiene que los crÃticos apegados a la crÃtica tradicional ven en el blog todo tipo de amenazas, pero lo cierto es que existen muchos y la calidad es dispar, como antes lo era en los suplementos literarios. Cambrero ofrece cifras realmente sorprendentes: “Para el primero de diciembre del 2011, BlogPulse -una página que muestra tendencias de blogs perteneciente a la empresa Nielsen- publica que el número de blogs existentes es de más de 178 millones y medio, con un crecimiento de casi cien mil blogs al dÃa y con publicaciones en los blogs existentes a un ritmo de más de un millón al dÃaâ€. (Cambrero, 2006)
En cuanto a su origen, Yépez ha puntualizado:
En la historia de las relaciones entre literatura e Internet, 1999 fue un año genético. En enero de ese año se fundó en San Francisco una pequeña compañÃa llamada Pyra Labs. Hacia agosto del mismo año se lanzó un servicio llamado Blogger, inventado por Evan Williams (www.evhead.com) y Meg Hourihan (www.megnut.com) y diseñado para ser usado por pequeñas empresas como un tablero en red para intercambiar información entre los empleados o con otras corporaciones, para asà seguir desempleando al teléfono e inclusive al email. (Yépez, 2003)
La aparición de blogs ha sido tan abundante que no han faltado crÃticos que han calificado al blog de género literario. Ahora bien, no se le puede negar a Cortés su cabal conocimiento del blog, que incomprensiblemente pero correctamente no utiliza para defender su carácter de género literario:
el blog nos presenta un discurso vivo que se encuentra en perpetua transformación: ni siquiera las entradas que conforman el archivo de un blog están exentas de movimiento, pues todo en este formato es susceptible de ser modificado por su autor en cualquier momento. Pero más allá de esa movilidad constante con la que no estamos acostumbrados a lidiar, el blog nos ofrece un documento compuesto por elementos de distintas naturalezas que se funden en su espacio virtual para la creación de un discurso propio que incluye, en diferentes proporciones, texto, imágenes, hipervÃnculos, sonido, etc. AsÃ, al referirnos al “texto†de un blog nos veremos obligados siempre a matizar ese concepto y a estudiarlo desde una perspectiva mucho más abierta que la de los estudios filológicos tradicionales. (Cortés, 2006: 7)
Observación esta última de suma importancia pues al cambiar el soporte cambia la relación autor-texto y texto-lectores de tal forma que los antiguos instrumentos analÃticos se han quedado definitivamente obsoletos. Ahora hay que hacer frente a textos interactivos en los que no hay sólo texto escrito, hay también hipervÃnculos a los lugares más inesperados.
El diario El PaÃs publicaba el 15/03/2008 (antes del monográfico que hemos citado y ha dado lugar a la polémica) un artÃculo titulado “El ‘blog’ y la literatura del siglo XXI: Las fronteras de los recursos literarios se amplÃanâ€, artÃculo escrito por el boliviano Edmundo Paz Soldán que ha tenido una importante difusión y repercusión en este campo; recojo una amplia cita porque su interés es enorme y expone la mayor parte de las ideas que yo comparto:
El blog es un punto de partida para uno de los caminos de la literatura del siglo XXI. Por un lado, permite la aparición y autoedición de escritores que no siguen los mecanismos de publicación del mundo editorial (de manera irónica, algunos blogs, como premio por su calidad, terminan siendo publicados como libros impresos, aunque lo cierto es que el verdadero lugar del blog es la red). Por otro, gracias al ordenador y a la red, futuros cuentos, novelas y poemas se escribirán incorporando otros medios o la opinión del lector. Los nuevos lectores digitales (el Sony Reader, el Kindle) harán esto más fácil y transformarán no sólo nuestra forma de leer; también la idea que tenemos de la literatura. Pronto, no será extraño estar leyendo una novela en un lector digital y encontrarnos con un enlace a un vÃdeo en YouTube o a un dato en Wikipedia. Tampoco que los lectores puedan mandar, en tiempo real, sus comentarios al autor de un relato o un poema, y que, debido a ello, este decida cambiar la trama de un relato o la rima de un soneto. El autor no morirá, pero la literatura se hará más interactiva. No hay razones para alarmarse: la creación literaria ha demostrado una extraordinaria inventiva para adaptarse a los desafÃos de otros medios. (Paz Soldán, 2008)
Efectivamente, los discursos literarios cambiarán (lo están haciendo), ya sean creativos, crÃticos, teóricos, reseñas de opinión, intercambio de opiniones en chats u otros. Será otro suplemento literario el que tomará la palabra en relación al nuevo medio en un artÃculo en el que tampoco falta el afán de debate.
Daniel Arjona se ha atrevido a señalar no los que considera mejores blogs colectivos en español, sino de autor, en un artÃculo del suplemento El Cultural, del diario El Mundo, que ha tenido también una enorme trascendencia. La selección va precedida de una sugerente introducción:
Territorio libre de la Red, Isla Tortuga en ese mapamundi cuyo centro está en todas partes y en ninguna que llamamos Internet, la blogosfera cuenta desde sus inicios con una prefectura poblada por letraheridos y biblioencandilados: la de las bitácoras literarias. Sus ciudadanos -escritores, crÃticos o sencillamente blogueros- ofician el comentario de lecturas, la crÃtica y contracrÃtica, el despliegue intelectual o la magia memorialÃstica. Y cada vez más las pendencias y duelos literarios se cuecen en sus fronteras digitales. Hemos preguntado a treinta de estos nacionales por sus blogs literarios preferidos y el resultado son las siguientes direcciones tan diferentes entre sà como merecedoras de su visita. (Arjona, 2011)
Los blogs elegidos son los siguientes:
1.Diario de lecturas, Vicente Luis Mora, vicenteluismora.blogspot.com
2.Lector Mal-Herido, Juan Mal-Herido, lector-malherido.blogspot.com
3.La nave de los locos, Fernando Valls, nalocos.blogspot.com
4.Blog de Rafael Reig, Rafael Reig, hotelkafka.com/blogs/rafael_reig
5.Hemeroflexia, Andrés Trapiello, hemeroflexia.blogspot.com
6.Libros y bitios, José Antonio Millán, jamillan.com/librosybitios
7.Moleskine literario, Iván Thays, ivanthays.com.pe
8.El escorpión, Alejandro Gándaral, elmundo.es/blogs/elmundo/escorpion/
9. El blog de Patricio Pron, Patricio Pron, elboomeran.com/blog/539/blog-de-patricio-pron
10.El lamento de Portnoy, Javier Avilés, ellamentodeportnoy.blogspot.com
11.Blog de Antón de Castro, Antón Castro, antoncastro.blogia.com
12. MICRORRÉPLICAS, Andrés Neuman, andresneuman.blogspot.com
13. El blog de Félix de Azúa, Félix de Azúa, elboomeran.com/blog/1/blog-de-felix-de-azua
14. Antonio Muñoz Molina, Antonio Muñoz Molina, antoniomuozmolina-nxb.es
15. La Medicina de Tongoy, Carlos González Peón, lamedicinadetongoy.blogspot.com
Poco puede decirse de estos magnÃficos blogs, cuyos contenidos se reseñan en el artÃculo, asà como su estilo e interés. Cabe señalar que alguno está temporalmente inactivo, pero seguro que volverá pronto a recobrar su dinamismo normal. Los criterios utilizados para realizar la selección los expone el mismo autor: “Para realizar esta selección de blogs El Cultural preguntó por sus blogs literarios preferidos†a los crÃticos afines al suplemento cultural. (Arjona, 2011)
3. A modo de conclusión
Si ya en el siglo XVIII la aparición de la prensa, paralela a un concepto burgués del sujeto y de la literatura, empezó a desempeñar una función fundamental en el ámbito literario, esta presencia no fue menor en el siglo XIX. El siglo XX va a asistir a la delimitación y especialización de una crÃtica que, radicalmente distinta a la académica, se va a calificar de inmediata y se va a ligar a los libros aparecidos recientemente que deben darse a conocer ante el público en general, y no una minorÃa académica. Lo que era imprevisible para muchos autores literarios y crÃticos es que en el siglo XXI surgiera un nuevo medio que alterara de nuevo sus planteamientos y los obligara a adaptarse a otra situación. La aparición de Internet no sirvió sólo para volcar las obras que habÃan sido escritas en el seno de la Galaxia Gutenberg, pues muy pronto se plantea la posibilidad de escribir directamente en la web, hecho que ven muy positivo los jóvenes y aquellos que se habÃan visto vedados o con problemas de algún tipo para publicar en papel. No faltan crÃticos que equiparan ambos medios, crÃtica periodÃstica y crÃtica en blogs, aunque la segunda goce de una extensión que la primera no alcanza:
No tengo la impresión de que se trate de dos espacios antitéticos; entre otras razones, debido a que buena parte de lo que escribo para la prensa tradicional es publicado tarde o temprano en la Red y a que la lectura de crÃtica literaria tanto en prensa tradicional como en la Red es parte de mi vida cotidiana y de la de cientos de lectores. Dicho esto, es posible que haya diferencias entre ambos espacios, vinculadas principalmente con el hecho de que la prensa habitualmente tiene una circulación nacional (que restringe necesariamente sus efectos) mientras que la Red permite ser leÃdo en otros sitios, lo que resulta particularmente ventajoso para aquellos autores que, por una razón o por otra, tenemos lectores en varios paÃses y participamos de varias discusiones al mismo tiempo. (Pron, 2011)
Lo que antes era crÃtica inmediata ahora lo es más, pero es también crÃtica universal, porque universal es el medio en el que aparece. La proliferación de blogs en este ámbito es tal que llega a saturar al lector, cuya función pasiva se termina ya que puede intervenir en los trabajos crÃticos, interactuar, algo que supone una novedad fundamental. Ni que decir tiene que estas colaboraciones no siempre tienen interés crÃtico literario pues estando aún en una etapa inicial (aunque nos parezca que los blogs han existido siempre) el lector que se anima a dar su visión puede hacerlo de forma poco sistemática y además carente de interés. Pero tendremos que esperar al menos varias décadas para que se adquiera conciencia clara de que las posibilidades que se ofrecen el ámbito crÃtico literario han de ser usadas con inteligencia y un rigor mÃnimo.
La independencia que implica ejercer la crÃtica literaria en un blog es evidente, aunque conlleva un esfuerzo derivado de tener que mantener el medio en el que se publica y tener que competir con cientos de publicaciones de carácter similar. A raÃz del monográfico de Babelia los autores de blogs y crÃticos no se mantuvieron indiferentes. Rafael Gullón escribe un artÃculo de tÃtulo un tanto obvio, “La crÃtica es crÃtica porque sin crÃtica no hay crÃticaâ€, en el que la defensa de la actividad es evidente: “hacen falta la crÃtica, los crÃticos y hasta los criticones†(Gullón, 2001), a lo que sigue la recogida de opiniones vertidas por crÃticos en el número de Babelia.
Cabe preguntarse, ¿de dónde surge la iniciativa de El PaÃs más allá de la entrevista realizada a Bloom? Pues uno de los antecedentes más claros es un artÃculo de la revista Qué leer, aparecido en la sección “El tema del mes†y escrito por Milo Krmpolicuno en septiembre de 2011 con el tÃtulo “Internet, crÃtica y la mujer del Césarâ€, que el blog La medicina de Tongoy retoma y comenta. La crÃtica (ejercida en revistas y suplementos culturales) se compara con la mujer del César, lo que equivale a considerar que miente, se adorna y embellece, pero olvida lo fundamental:
Por un lado, ante el tono académico de algunas voces “oficialesâ€, blogs como el de Tongoy reaccionan clamando contra el elitismo y reivindicando las opiniones del sujeto de a pie de la calle. Y, por otro, uno de los grandes caballos de batalla es el ya clásico apartado de la endogamia, donde las relaciones de conocimiento o amistad con toda lógica tienden a establecer los miembros de un mismo gremio son interpretadas como una prueba flagrante del amiguismo o nepotismo que preside al ámbito de la reseña (de forma inversa, curiosamente, la industria suele adjudicar los juicios negativos a una supuesta antipatÃa del crÃtico hacia el autor o el sello que han sido objeto de su diatriba). (Krmpolicuno, La medicina de Tongoy).
Contra tales argumentos se esgrimen tres razones:
Es normal, y hasta inevitable, que el crÃtico mantenga relaciones con escritores, editoriales, etc., lo que no quiere decir que la simpatÃa tenga que traducirse en partidismo manipulador.
Después de todo, siempre habrá quien dude de que el crÃtica ejerce su función correctamente.
Si Qué leer pone en manos del crÃtico la justicia o injusticia de una reseña, reconoce que al final se establece un pacto entre coordinador y colaboradores para evitar lo que se pueden considerar “situaciones corruptasâ€.
Otros crÃticos van al centro de la cuestión, como el blog Papel en blanco, que publica el artÃculo “La imposibilidad de la crÃtica literaria perfectamente ecuánime†(Parra, 2009). Aunque existe un código universal para valorar una obra, las emociones suelen evitar que se aplique con rigor. En un blog de crÃtica literaria se traduce del lenguaje literario al lenguaje crÃtico literario, hay una interpretación además, y la percepción cambia lógicamente. Internet es elogiado por el blog en tanto que las obras que nacen muertas para la crÃtica ahora tienen posibilidades de ser captadas y rescatadas. La democracia digital se alega aquà como en tantos otros sitios. Ahora bien, lo que no puede negar el anónimo autor del blog es que aunque toda crÃtica deberÃa nacer de la razón, ésta se ve invadida por elementos emocionales, impulsivos, maniáticos, etc., pero al menos Internet permite que se cree un ruido ambiente del que brotará con más facilidad la verdad.
Contra una situación de decadencia total se manifiesta el prestigioso novelista Javier MarÃas:
Demasiados reseñadores no pasan hoy de lo primero, se comportan como cualquier espectador a la salida del cine («No me toca, no me ha llegado») o como cualquier lector común al cerrar el volumen («Qué apasionante», o «Vaya rollo»). O como cualquier iletrado bloguero, a los que los crÃticos profesionales se van asemejando peligrosamente. Lo peor de estas unanimidades es que crean un estado de opinión poco menos que «obligatorio», y que el disidente es sepultado en el acto bajo la acusación de resentido, o de provocador oficial, o de envidioso. Afinar está casi prohibido, cuando la tarea del crÃtico serÃa esa precisamente, afinar lo más posible. (MarÃas, 2010)
El artÃculo de MarÃas, sin duda por el renombre de su autor, es recogido y comentado en otros blogs, pero en ningún caso se señala que la decadencia de la crÃtica se deba en gran medida al intrusismo. Se alaba la democratización que supone el blog, la participación de todos…, ¿pero dónde está la formación que debe tener todo crÃtico que pretenda aportar algo más que unas impresiones subjetivas sin rigor ni sistematización?. El crÃtico profesional, en efecto, va bajando el nivel de su actividad. Cuando escribo esto no estoy pensando en la censura de blogs ni en hecho similar, sino en que hay que seleccionar, no todo lo que aparece de crÃtica literaria en blogs es ni medianamente bueno, por lo que, como el sistema nos lo permite, procede cerrar pestaña y seguir buscando. Y una vez pasado el boom de los blogs literarios y el entusiasmo, pasar a afinar más para que se haga buen uso de un medio excelente, nunca un uso tendencioso, carente de interés objetivo e incapaz de darnos las claves de lectura de una obra literaria.
BibliografÃa
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Bloom, Harold (1995). El canon occidental. La escuela y los libros de todas las épocas. Trad. de Damián Alou. Barcelona: Anagrama.
Bloom, Harold (2011). La anatomÃa de la influencia. La literatura como modo de vida. Trad. de Damián Alou. Madrid: Taurus.
Bloom, Harold (2011). La escuela de Wallace Stevens. Un perfil de la poesÃa estadounidense contemporánea. Ed. de Jeannette L. Clariond. Madrid: Vaso Roto.
Cambrero, Antonio (2006). “Ránking de ránkings: las tres mejores listas de blogsâ€. <http://librodenotas.com/desdemibolsillo/9950/ranking-de-rankings-las-tres-mejores-listas-de-blogs> (25-12-2011).
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