el producto a promocionar, típicamente audiovisual (pues representa esta una vía de absorción y propagación rápida), que suele iniciarse por redes sociales, buscando simpatizar con parte del colectivo-consumidor objetivo.

Representa un conjunto de técnicas de mercadotecnia que intentan explotar redes sociales y otros medios electrónicos para fomentar el conocimiento de una marca. Se asocia habitualmente a campañas encubiertas en internet en las que se imita a los usuarios mediante blogs, vídeos falsos, y otros movimientos falsamente populares para producir que la autorreplicación de la campaña se produzca por ingeniería social (pues quienes pasan la información no saben que es un acto publicitario empresarial). Frecuentemente, el objetivo de las campañas de publicidad viral es generar cobertura mediática —incluso en medios generalistas— mediante historias curiosas o extrañas. Cuando la campaña se extingue, no siempre los que la han recibido acaban siendo conscientes del acto publicitario, y no es extraño que pasen a formar parte de memes populares, como ha sucedido en ocasiones con lemas publicitarios.

El blog puede ser publicidad viral, habiéndose dado ya campañas en las que la compañía pagaba a blogueros por hablar bien de productos concretos (se estima que cuatro de cada cinco blogueros analiza y comenta algún tipo de producto en su bitácora), o bien agencias de publicidad fingían ser blogueros legítimos. Son los conocidos como flogs.