Cuando uno vuelve de algún congreso puede hacerlo o con un subidón o de bajona. Las situaciones de objetividad no son tan comunes en el día a día. Esto suele ser porque uno se deprime al ver el nivel de los estudios que se están desarrollando o por la potencia de las sesiones a las que se ha asistido. Mis últimas impresiones han sido, francamente, positivas.