La editorial Delirio publica hoy el libro La vida dañada de Aníbal Núñez, que firma Fernando Rodríguez de la Flor. Quienes conocéis a Fernando ya sabéis que es mucho más que un experto en Aníbal Núñez y un gran escritor.

Como uno tiene la cosa extraña de ser honrado, os recuerdo que Delirio es la editorial que nos ha gestionado el ISSN y todas esas cosas, razón por la que estamos muy contentos de poder poner su logo en la web de la revista, estos blogs, etc. Y también os digo que Fernando ha sido mi director de tesis. Es la misma filosofía que usamos en Caracteres, la revista, con las reseñas: nos gusta decir cuándo el libro ha sido proporcionado por la editorial y, cuando lo hay, el vínculo que nos une con el autor.

Dicho eso, quienes me conocéis sabéis que tengo la costumbre de decir lo que opino, mucho más cuando la relación que me une con las personas implicadas es la de la amistad. No tiene sentido que os diga que el libro es magnífico porque no lo he leído, lo tengo desde ayer y no ha habido oportunidad de ir más allá de echarle un vistazo.

La figura de Aníbal Núñez es muy interesante, por su obra y por su vida. Si la conocéis, es una magnífica oportunidad para profundizar en el conocimiento de este poeta; si no, podréis descubrirla.

Desde la página del libro en la web de Delirio podéis descargar el principio del mismo y leer más información sobre el mismo. Yo os dejo con un fragmento de la contraportada:

A los 25 años de la muerte de aquel singular poeta (el 13 de marzo de 2012) La vida dañada reabre y revisita los espacios clausurados de aquella tan especial producción de presencia que ante su tiempo llevó a cabo Aníbal Núñez para extraer de ello algún mensaje valedero para el desustanciado presente. El propio autor, que vivió aquellos “raros” años 70 y 80 llega a un acuerdo tácito con la época: no marcarla como una etapa de desencanto y ello en tanto en cuanto esta pueda todavía revelarse ante nosotros y alcance a mostrar con poderío la natural crudeza  en medio de la cual aquellos sujetos y acontecimientos se desenvolvieron.