El discurso tuitero

El 3 de abril Margo Glantz publicó una serie de tuits que empezaban con «el discurso tuitero…», una suerte de reflexión sobre la estética y poética de la expresión en la red social y, con ella, del discurso fictivo de la misma.

TwitterEl orden de publicación aquí es el mismo que en Twitter, pero ordenado de más viejo a más nuevo y no por cronología inversa como en dicho sistema social. Debe leerse, por tanto, siguiendo el orden natural, desde arriba hasta abajo:

 

 

Presentándolo en formato meramente textual, Margo nos dice que el discurso tuitero (citando lo arriba reproducido):

  • es qurjoso [sic], respondón, inquisitivo, autocomplaciente, informativo, pegajoso.
  • puede ser narciso, imprudente, preguntón, hablador, corto, sin sentido.
  • puede ser inoportuno, ególatra, fascista, propagandísitco, electorero.
  • puede ser tonto, orgulloso, mercantil, egotista, cursi, encantador a veces, pocas.
  • puede ser espeso, melancólico, rapaz, mezquino, mentiroso, noticioso.
  • puede ser o pertenecer a sepulcros blanqueados, a sepulcros abiertos, mordaces, policías, baratos.
  • puede ser seguidor.
  • puede ser todo o nada, perogrullo y populista y minimalista y barroco y vaya usted a saber cuántas cosas más.

El tuit:

  • puede ser y quizá deba ser citador o recitador.
  • Y en fin, el discurso tuitero es procaz, sensual o pretende serlo, desenfadado: me gusta y me divierte tuitear…,

Un pensamiento sobre “El discurso tuitero”

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