Breve diccionario imposible

DRAE
El DRAE, uno de los iconos de la Real Academia Española

Aunque mis impulsos más básicos hacen que las tonterías que se me pasan por la cabeza las vierta, por lo común, en Twitter, precisamente desde Twitter compongo un breve diccionario de lo imposible. Algunas definiciones y explicaciones de palabras con curiosas faltas de ortografía que uno va encontrando por ahí, usos nuevos para palabras que -de todas maneras- no suelen usarse con su significado correcto (y a saber qué creen que significa quienes las usan), y otras cosas indignas.

Aficcionado. Persona que parece un aficionado a algo, pero en realidad no.
Bulli. Matón de colegio que cocina de puta madre.
Chivo espiatorio. Cabroncete con cámaras en los cuernos y licencia para balar.
Crackaolat. Cuando los grumitos del batido dan subidón y luego te viene la bajona chunga. En Valencia: Chuteck.
Demalogo. Imagen representativa de una empresa que busca ganar el favor popular.
Elejir. Acto político de elegir o no cagarla y demostrar que ni puta idea de ortografía, tú.
Hortografía. Las normas ortográficas salieron por salva sea la parte.
Iriente. Gente que es tan hiriente que le quita la hache para joderte las retinas.
Fotomón. Pokémon siempre listo para posar al grito de «foto tuentiiiiiii».
Libro enriquecido. Libro que se pone los oros de shurprimos.
Lleguar. Arribar a un puesto bajo la apariencia de caballo hembra.
Moby. Músico buenrollista que te hace acoso laboral. Consultar bulli.
Prestidigitalizador. Persona que te presta el escáner para digitalizar lo que se tercie.
Segui. Twitter se pone catalán y en vez de seguirte quiere que te sientes.
Trampantojo. Cuando a una mala jugadora en estado de preñez va perdiendo y le apetece ponerle solución.

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