No oigo cómo pasan las hojas (virtuales)

No sé si hablar de ruido (en su muy estricto sentido de sonido desarticulado e incluso desagradable) es la manera más precisa de referirme a lo que escucho cuando paso la página de un libro, pero hay una evidente fricción que se percibe sonoramente. Es el sonido ambiental de la lectura, que nos sorprende a veces cuando se engancha una hoja y se raja ligeramente, o cuando debemos separar dos hojas que no han sido bien cortadas, rompiendo y rasgando la junta que las mantiene unidas.

Una bola de papel arrugado
Una bola de papel arrugado

Haré un juego de perspectiva para situarme de pleno en el lado de la defensa esqueuomorfista a ultranza tras tratar la cuestión hace unos días. Desde esa posición, sin duda, me atrevería a afirmar que la satisfacción de hacer una bola de papel con un texto que se ha desechado, con notas que ya no nos son útiles, es incomparable en muchos sentidos (y esta es una apreciación muy literal: estoy hablando de tacto y oído) a borrar el texto del procesador, porque la contemplación de la destrucción material certifica la muerte de lo descartado con una contundencia que no transmite -al menos, no siempre- el mundo digital.

Cuando llevo un archivo a la papelera hace un ruidito que confirma que ha sido depositado en el paso previo a su eliminación, pero no es hasta que no se elimina realmente en el proceso de vaciado de la papelera cuando escucho el ruido de papel de desecho. Es parte del proceso metafórico de la interfaz del escritorio: da igual el tipo de documento que se haya reunido en ese pasillo de la muerte que es la papelera. Tanto si se trata de textos como archivos de sonido o vídeo, o incluso archivos temporales de dudosa utilidad, todos ellos se transforman en papel en el momento en que suena.

iBooks
Pasando una página en iBooks para iPad (posición horizontal)

En el proceso de lectura del libro digital el esqueuomorfismo, como representación visual de la página, está a la orden del día y lo hemos comentado de manera extensa en el pasado. El apartado sonoro es en todo caso el gran olvidado. En la traslación de lo material a la lectura digital habrá quien siempre comentará ese olor característico del libro, de la celulosa, pero parece que en toda la filigrana técnica que se ha aplicado a la lectura electrónica se ha obviado el ruido de pasar la hoja. Algo tan sencillo como esto:

Curiosamente, algunos libros que se pueden comprar como aplicaciones independientes sí han tenido en cuenta este detalle y puedo escuchar ese ruido al pasar las páginas virtuales de la adaptación a iPad de Pride and Prejudice and Zombies, libro interactivo en el que aunque no hago el gesto de pasar página sí lo oigo, al igual que muchos otros efectos sonoros, como al levantar una ventana o el trinar de unos pájaros mezclado con el gutural sonido de los zombis en la lejanía.

Esta mudez de la hoja digital se da también en otras presentaciones esqueuomorfistas de lectura, como la propuesta por PageFlip. Resulta sorprendentemente fidedigna en la física de la hoja, dentro de las limitaciones del control y representación bidimensional para imitar un objeto tridimensional, pero no ha habido una búsqueda del sonido de esa hoja.

Quizá sea porque hay demasiado ruido alrededor como para escuchar cómo pasan las páginas. Quizá porque hemos concedido a la lectura la máxima atención visual descartando otras experiencias sensoriales. Quizá porque se piense que la aportación a la experiencia lectora de ese sonido sería nula… exactamente igual que con el resto de recursos visuales invertidos en imitar al libro en una pantalla.

Un pensamiento sobre “No oigo cómo pasan las hojas (virtuales)”

  1. Hace poco hablaba con un colega acerca de cuál era la opción más acertada a la hora de comprar un e-book. Hablamos un buen rato sobre marcas y características y lo único que me quedó claro es que hay mucha gente que no tiene muy claro qué es un e-book. ¿Hablamos de un libro en soporte digita? ¿Nos referimos a un libro clásico capaz de leerse en un receptor mecánico basado en la tinta digital? ¿Queremos decir un libro adaptado a una tableta y de contenido audiovisual o nos conformamos con un lector básico para un libro, digamos, de superficie estática? Todas estas cuestiones pueden refererise incluso a una misma realidad en algunos casos, sin embargo, yo cada día tengo más claro que en el futuro habrá versatilidad de soportes adaptados a las características reales de lo que queremos leer y el esqueuomorfismo pasará a ser una mera curiosidad como los skins del winamp, sigo estando en contra de esta imitatio posmoderna, aunque respeto que tenga su público.

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