Entrevista con…

Hoy tenemos con nosotros a Javier Sánchez Zapatero, profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Usal. Sus líneas de investigación actuales se centran en el estudio de las narrativas populares,  la literatura del exilio republicano español y la
literatura testimonial de los campos de concentración, tema de su ensayo «Escribir el horror. Literatura y campos de concentración» (Montesinos, 2010). Y por si fuera poco
co-dirige el Congreso de Novela y Cine Negro de la Usal, que, por cierto, tiene lugar en estos momentos.

AL- ¿En qué consiste este Congreso de Novela y Cine Negro?

J- El Congreso de Novela y Cine Negro de la Universidad de Salamanca es un proyecto que se inició en 2005 y que este año ha celebrado su octava edición. Su objetivo principal es introducir en el ámbito académico el género negro, que cuenta con un gran número de seguidores, pero que aún sigue estigmatizado por cierto sector de la elite cultural. De algún modo, lo que Àlex Martín Escribá, el otro director del evento, y yo intentamos con el evento es dar voz a escritores, directores de cine y especialistas en el tema en el ámbito universitario y demostrar que pese, a los prejuicios de ciertos críticos, tanto en la novela como en el cine negro hay obras y autores a reivindicar. Desde 2005, el congreso se ha celebrado de forma anual. Por él han pasado creadores como Lorenzo Silva, Fernando Savater, Alicia Giménez Bartlett, Francisco González Ledesma, Andreu Martín, Juan Madrid, Enrique Urbizu, Agustín Díaz-Yanes o Imanol Uribe, así como más de 300 investigadores nacionales e internacionales. Sus ponencias han sido puntualmente recogidas en los siete libros de actas que se han publicado hasta ahora.

AL- ¿Cada uno de los congresos conlleva publicación? ¿Publicáis en papel o en formato electrónico?

J- Hasta ahora, siempre hemos publicado en papel, aunque no descartamos que en años venideros las actas se editen en formato electrónico. No obstante, sí que disponemos de una página web (http://www.congresonegro.com/) en la que ofrecemos, durante los días en los que se celebra el congreso, resúmenes de las ponencias y conferencias. También disponemos desde hace un par de años de perfil en Facebook y desde hace unos meses de cuenta en Twitter.

AL- ¿No os parece viable extenderse a otros formatos? ¿Quizás es que supone un proceso de adaptación un poco complejo o es que cambia un poco la línea editorial?

J- La verdad es que publicar en formato electrónico es algo que estamos sopesando desde hace tiempo, pero aún no nos decidimos, y la verdad es que no sé muy por qué. Quizá es que, aunque sea un formato más accesible, barato y con una potencialidad de difusión mucho mayor, estemos aún algo apegados al libro tradicional…

AL- ¿Hay alguna razón para ello? ¿Corresponde más al apego sentimental a la hoja clásica, a que el papel va mejor con la lectura de las andanzas de detectives como Marlowe o, simplemente, a la falta de hábito? ¿Cómo ves tú como profesional y docente de la literatura las nuevas tendencias tecnológicas?

J- Personalmente, yo creo que tiene más que ver con el apego sentimental a la hoja clásica. Yo utilizo formatos electrónicos para leer informes y textos de trabajo, pero para leer literatura sigo prefiriendo el libro tradicional. E incluso cuando publico un libro o un artículo en papel siento una ilusión especial, diferente a la que me puede provocar un trabajo publicado en internet o en pdf. Ahora bien, todo esto no es óbice para que piense que las nuevas tecnologías sean imprescindibles para el docente y el investigador universitario de la actualidad. Y, de hecho, las utilizo todo lo que puedo.

AL- ¿Cómo dais a conocer vuestro trabajo en las redes sociales, ¿lleváis a cabo el seguimiento de vuestro público en Internet? ¿Tenéis estadísticas? ¿Usáis algún programa de seguimiento de datos?

J- Sí, sí que llevamos a cabo un seguimiento del seguimiento que tenemos en internet. Hay una persona de nuestra organización que se encarga de ello y puntualmente nos va mostrando las estadísticas tanto de la página web como de las visitas al perfil de Facebook.

AL- Nos gustaría saber tu opinión acerca de cómo ves la situación del español hoy día, como profesional y docente universitario. Evidentemente es una lengua que está muy extendida globalmente, pero, en tu opinión ¿podemos hablar de una sólida lengua de cultura frente al inglés? Teniendo en cuenta nuestra escasa producción científica en materia tecnológica, médica e incluso de Derecho Internacional. No olvidemos que por ejemplo en Europa somos la 4ª lengua detrás del inglés, el francés y el alemán, pese a que en el mundo tenemos una mucho mayor representación. ¿Conoces
el porcentaje de presencia dentro de la red que posee el español?

J- Más que de lengua de cultura, yo hablaría de lengua científica. En mi área de investigación (Teoría de la Literatura y Literatura Comparada) el inglés es la lengua de referencia, aunque también es verdad que la pujanza del español es cada vez mayor. El problema, para mí, es que los textos científicos de referencia siguen sin ser españoles, aunque también es verdad que las cosas están cambiando…
En cuanto a la segunda pregunta, desconozco el porcentaje de presencia del español en la red.

AL- En novela negra podemos hablar de un peso específico de la lengua española?

A nivel literario, ahora mismo yo diría que sí. A pesar de que la tradición de novela negra española es muy tardía y no se consolidó hasta la década de 1970, más de medio siglo después de su implantación en EEUU, Inglaterra o Francia, ahora mismo hay toda una eclosión de autores, obras, editoriales y colecciones vinculadas al género. Hay autores españoles contemporáneos de indudable calidad literara, como Eugenio Fuentes o Domingo Villar, y algo parecido ocurre con la literatura hispanoamericana, que cuenta con referentes como el cubano Leonardo Padura. El problema es que en el campo científico la bibliografía en español sigue siendo muy pequeña. Poco a poco está creciendo, pero tiene una importancia marginal comparada con, por ejemplo, la que existe en inglés y, sobre todo, en francés.

AL- Además de especialista en el género negro también eres autor de una obra que versa acerca de la memoria histórica: Escribir el horror: literatura y campos de concentración, aunque desde una perspectiva un tanto especial, la de los testigos de los horrores de la guerra que se tuvieron que exiliar y luego lo contaron. ¿Se
podría decir que es una especie de memoria de los olvidados?


J- Sí, realmente es una memoria de olvidados. Lo que yo he planteado en mis investigaciones es que hay una serie de «supervivientes y víctimas de la historia» cuyo testimonio habitualmente se ha dejado de lado. La historia suele ser un relato de los vencedores, y creo que es importante echar la vista atrás y darnos cuenta de que hay otras interpretaciones de la historia. Así, la literatura puede dar voz a los derrotados, a quienes son excluidos del relato histórico. Desde ese punto de vista, la literatura trascendería su valor estético para convertirse en un discurso con implicaciones cognitivas e, incluso, éticas.

AL- ¿Podríamos hablar de la necesidad de replantearnos el canon? ¿Quizás sea hora de abarcar caminos diferentes en la producción crítica y propiciar una nueva historia de la literatura. Sin embargo, este tema siempre parece que toca con intereses creados y problemas ideológicos, verdad?

J- Desde luego, el canon es algo literario, pero también algo político e ideológico. Y creo que es complicado, por no decir imposible, conseguir que deje de ser así.

AL- Eso nos tememos nosotros también. Es difícil cambiar una tradición de varios siglos, ya anquilosada, para lo bueno y para lo malo.

Para terminar con esta charla nos gustaría hacerte algunas preguntas acerca de términos relacionados con los estudios digitales que trabajamos en Caracteres, con el fin de comprobar cuál es tu conocimiento de las nuevas tendencias críticas: Estás familiarizado con los conceptos «brecha digital» y «nativo digital»?

J- Sí, por supuesto, son dos términos muy extendidos.

AL- ¿Qué me dices del «concepto de nuevas pantallas»?

J- Supongo que se referirá a las nuevas pantallas (ordenador, ipad, ebook, móvil) frente a las tradicionales de la tv.

AL- Por último una dedicada a Daniel Escandell: conoces la polémica que hay en la red sobre el «esqueumorfismo«

J- Es la primera vez que la oigo ¿?

AL- No te preocupes, es normal esta era difícil. Muchísimas gracias por la paciencia de hacer esta entrevista y por el detalle de atendernos, pese a que ahora sabemos que tenéis mucho trabajo con el Congreso Negro.

J- Esa era para nota. jaja gracias a ti por el interés

AL- …Pues hasta aquí la primera entrevista de los jueves. No olvidéis asistir al Congreso si os pilla todavía de camino, termina mañana, y de paso, disfrutad de Salamanca, que también tiene lo suyo.

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